Callandor Foro

Participantes: Shaina, izamie, Nirgan
Te digo que no hay nadie, Dijo Shaina.
Izammie la miró recostada en el suelo, con esos ojos amarillos, y su cabello pelirrojo que caía en cascada sobre sus hombros. No sé como decírtelo Shaina, pero lo sé.
Shaina sabía que su amiga tenía un extraño poder, algo relacionado con los lobos. No lo comprendía del todo, y a decir verdad, no quería preguntar a Izammie por que no estaba segura de su respuesta. Se habían conocido desde hace mucho tiempo, y Shaina había vivido el cambio gradual de los ojos de izammie. Hablaron del tema vagamente. y eso fue más que suficiente.
Izammie y ella habían salido a explorar, y aunque no habían encontrado algo, Izammie decía que un hombre les seguía el rastro.
bueno. en vista de que no hemos encontrado nada, creo que será mejor que nos turnemos para hacer guardia, dijo shaina poniéndose de pie.
yo haré la primera.
cuando llevaba una hora en la guardia, pudo visualizar una sombra grande que se cernía sobre ella. se puso tensa, dispuesta a pelear.
shaina! izammie! dijo una voz familiar. nirgan?
la luz me valga, qué bueno encontrarte por aquí. Izammie ha estado algo tensa, y me vendría bien platicar sobre algo divertido. para ese entonces, Izammie ya se había despertado y miraba a nirgan con una gran sonrisa en los labios. Izammie miró a shaina con severidad. pareciera que no conoce los peligros de las tierras fronterizas. nirgan asintió solemnemente.
contarles que el viaje a las tierras fronterizas fue mejor en compañía de Izammie y de Nirgan sería abrumarlos demasiado. en realidad, el ambiente había mejorado desde aquella noche en que Nirgan se agregó al viaje. Shaina estaba en una misión de reconocimiento, de forma extraoficial, pero no era razón para no disfrutar con sus amigos, si tenía tiempo.
hasta Izammie parecía más relajada, aunque había momentos en que se quedaba absorta en sus pensamientos.
todo iba bien, hasta aquella noche fatídica. lo primero que sintió shaina fue una espada en el cuello. lo único que pudo ver en los ojos del hombre, fue un odio. ya fuera que lo sintiera, lo pensara o lo leyera en la expresión del hombre, pero supo las próximas palabras. te mataré. tomó la espada que tenía a un costado, e izo frente al hombre. la destreza de aquel hombre no era muy buena, pero Shaina había sido tomada por sorpresa. lo único que pudo ver antes de caer, fue el cabello de izammie y los ojos amarillos que relucían en la noche.
Intentó levantarse para ayudarla. la espada del hombre atravesó a Shaina y no se levantó más.
volaba. su cuerpo no respondía, y se sumergió en una oscuridad absoluta.
despertó en unas mantas de lana, totalmente desorientada. tenía que levantarse, tenía que encontrar a Izammie. sintió un gran dolor en el estómago, y soltó un pequeño gruñido.
una voz retumbó por todo el espacio. estás viva, escuchó la voz de Nirgan. Shaina se pasó la mano por la cara y el cabello rubio. aparentemente la habían limpiado, porque no llevaba la misma ropa de aquella noche del ataque. intentó no pensar en quien la había cambiado, y en vez de eso preguntó. que ha ocurrido.
Nirgan soltó un profundo suspiro y dijo: shaina, te juro que lo intenté. intenté reaccionar a tiempo, pero no pude. de los grandes ojos de Nirgan empezaron a formarse lágrimas. nirgan tendía a desviarse del tema central cuando algo le incomodaba, así que Shaina se apresuró a decirle: Nirgan, por favor. dime que ha ocurrido. Izammie está bien?
ou si, Izammie está bien. está recuperándose en otra evitación.
te atacaron Shaina. pudieron aver muerto. Shaina sonrió con debilidad. al final Izammie tenía razón.
que pasó, Nirgan.
Nirgan se aclaró la voz y empezó su relato.
bien. como ya sabes, había ido a buscar algo de comer en las trampas que habíamos colocado. y yo... al regresar Shaina, te vi. las vi a las 2, en el suelo, tiradas. parecían muertas. vi a un hombre. un hijo de la luz. un hijo de la luz? preguntó Shaina sorprendida. nirgan asintió con un gesto de cabeza. cómo sabes eso. lo vi, Shaina. vi su capa blanca, y se reconocer que era un capa blanca de alto rango.
tenía el sol grabado en su chaqueta, y murmuraba algo de amigos siniestros, herencia de trolloc mirando a Izammie. ya sabes... sus ojos, bueno, el piensa o tienen que ver con los trollocs. qué tontería, pensó shaina.
tengo que contárselo alguien de confianza.
tengo que... Nirgan se levantó todo lo que pudo, y para ser un ogier bastante apacible su voz sonó potente. tendrás que esperar Izammie y tú están a mi cuidado y no pienso arriesgarme a que ese hombre siga por ahí.
la sonrisa de Nirgan se expandió y dijo: tienes que recuperarte, Shaina.
a Shaina no le hiso gracia que alguien le dijera lo que tenía que hacer, pero coincidió en que en ese estado no podía hacer nada. de todas formas, sabía lo que tenía que hacer. no podía quedarse así, ya se lo contaría a Aenyd. Tendrían que hacer algo. Que Nirgan hablara con el consejo, mientras que Shaina acudiría a Aenyd. Ella sabría qué hacer..
No podía creer que la hubieran atacado, sin más. Pero sí sabía algo: lo pagaría. las consecuencias... ese maldito capa blanca. si. aenyd tendrá que saberlo y deberá hacer algo. con ese pensamiento shaina se quedó dormida de nuevo.

Participantes: Shaina y Aenyd, punto de vista neutral
Se encontraban en una bella sala circular, en cuyo centro había una delicada mesa de lapislázuli y mármol, finamente trabajada y con sillas de madera noble.
Aenyd siempre había tenido un gusto refinado, y esto no había cambiado en los últimos tiempos.
Siéntate y tómate tu tiempo para hablar, Shaina.
Aenyd la trataba con agrado, pues era una de las más recientes incorporaciones del gremio y, si bien sabía que le faltaba mucho por aprender, debía asegurarse de que cada miembro viese a sus superiores como alguien en quien confiar y a quién entregarle su vida y su lealtad.
El respeto se ganaba mejor de esa forma, y si no fuese así...
Aenyd sonrió a su interlocutora y le ofreció una tasa humeante de té. A continuación, hizo un gesto para que comenzara a hablar.
Aenyd, yo... Lo siento. Mi misión falló, pues no logré hacerme con la información que me habías encomendado.
Tras algunas semanas de viaje, me encontré con un par de viejos amigos, y supuse que sería la forma perfecta de viajar de forma más anónima y hacerme aún menos visible. Todo estaba marchando bien, pero en algún punto nos vimos atacadas con la guardia baja.
Logramos escapar de milagro y gracias a la intervención de uno de mis amigos, pero...
El atacante logró escapar, dejándonos gravemente heridas.
-Entiendo, dijo Aenyd mientras miraba a Shaina con tranquilidad.
¿Qué sabes del atacante?
--Bueno, dijo Shaina; era un Hijo de la Luz.
Uno de mis amigos, que fue quien también procuró cuidarnos mientras nos recuperábamos, logró verlo a detalle y está seguro de ello.
Los verdes ojos de Aenyd refulgieron con interés.
Los hijos de la Luz, dijo Aenyd tras unos segundos.
Me temo que dicho ejército cada vez actúa de manera menos disciplinada y más errática desde que se pusieron bajo el control de los Seanchan. Hay facciones rebeldes, por supuesto, lo que complica aún más la situación.
Sin embargo...
Esto podría ser una buena oportunidad, Shaina. Creo que has hecho un buen trabajo, limitándote a sobrevivir.
Ahora quiero que descanses y te recuperes totalmente, pues tengo pensado enviarte a hacer más tareas en cuanto estés completamente recuperada.
Tras estas palabras, Shaina se levantó y tras despedirse, se retiró de la habitación.
Allí quedó Aenyd, formando planes mientras con una de sus manos se acariciaba suavemente el cabello.
Esto interesará a Visoreina, pensó.
Los Hijos de la Luz muchas veces requirieron de nuestros servicios, pero últimamente están siendo más un problema. Así que es tiempo de hacer algo.
Aenyd sonrió con deleite.
Sí, esto le interesará.