Roleo y relato misión Kaleb y Neidol Gaidin
Publicado: 29 Dic 2022, 17:34
El Hall de los Guardianes
[Salidas: norte este (sur) oeste arriba]
Neidol Gaidin esta aquí.
Le haces una reverencia a Neidol Gaidin.
Neidol Gaidin camina tranquilamente.
Neidol Gaidin se detiene y repara en el joven que acaba de llegar.
Dices 'Saludos, Neidol Gaidin'
Neidol Gaidin dice 'Saludos Kaleb.’
Neidol Gaidin pregunta '¿Cómo van los entrenamientos?'
Neidol Gaidin te mira serio de arriba abajo.
Kaleb responde bien, estoy haciendo lo que mis maestros me mandan, y esforzándome por mejorar día a día.
Neidol Gaidin dice 'hace ya unos meses que estás aquí con nosotros'
Asientes con un gesto de cabeza.
Neidol Gaidin dice 'y para que negarlo'
Neidol Gaidin dice 'has avanzado a buen ritmo'
Dices 'hago lo que puedo, quiero llegar a ser algún día, como quienes están aquí en este lugar.'
Neidol Gaidin pregunta '¿Conoces lo que hay detrás de esa puerta?'
Neidol Gaidin señala la puerta a su derecha.
Kaleb niega con firmeza.
Neidol Gaidin dice 'Ven.'
Fundiéndose con el entorno, Neidol Gaidin se va hacia el este.
La Biblioteca privada
[Salidas: oeste]
En un rincón apartado hay una estantería de roble.
Neidol Gaidin dice 'Ésta es la biblioteca'
Kaleb mira a su alrededor.
Neidol Gaidin dice 'se que no has pasado tiempo por aquí'
Dices 'poco, a decir verdad.'
Neidol Gaidin dice 'ni has ojeado un libro en todo este tiempo'
Kaleb se sonroja y baja la mirada.
Neidol Gaidin dice 'es importante que lo hagas'
Neidol Gaidin dice 'a partir de hoy dedicarás diariamente un par de horas, al menos a la lectura'
Asientes con un gesto de cabeza.
Neidol Gaidin dice 'conocerás costumbres de otras regiones.'
Neidol gaidin dice 'historia.'
Neidol Gaidin dice 'cuentos y leyendas para entretenerte.'
Neidol Gaidin pregunta '¿Alguna duda?'
Dices 'si es lo que usted ordena, mi señor, lo aré con el mismo fervor que e puesto al entrenamiento'
Neidol Gaidin dice 'no es porque yo lo ordene'
Neidol Gaidin dice 'es importante cuando acompañes a tu sedai por el mundo no parezcas un patán'
Asientes con un gesto de cabeza.
Neidol Gaidin dice 'no quiero decir que lo parezcas, entiéndeme'
Dices 'me instruiré en lo más que pueda, no dejaré en vergüenza a los gaidines, y menos a quien sea mi futura seday.'
Neidol Gaidin dice 'pero servirás mejor si comprendes que todo lo que se dice en Cairhien tiene su miga'
Neidol Gaidin dice 'en los libros también conocerás mejor a los servidores de la sombra, sus puntos débiles'
Neidol Gaidin dice 'sin duda será útil'
Neidol Gaidin dice 'podrás encontrar nuevas poses de combate'
Neidol Gaidin dice 'para cuando las veas en tus oponente saber contrarrestarlas'
Dices 'dedicare toda mi atención en instruirme.'
Neidol Gaidin dice 'revisa las estanterías, ahora que tienes un tiempo libre hasta el próximo entrenamiento'
Neidol Gaidin se gira hacia la puerta.
Aces una reverencia a Neidol Gaidin.
Neidol Gaidin dice 'sin duda, aprende lo que puedas, algún DIA te será útil'
Neidol Gaidin se va de la estancia.
Una vez Neidol Gaidin salió de la estancia, pensé...
Por que tenía que examinar la biblioteca, si yo solo debería cuidar a mi futura seday, no hablar por ella.
Aunque con un poco de molestia, me dirigí a las estanterías y me puse a rebuscar en ellas.
No conseguía encontrar nada que me llamase la atención, hasta que...
Entre unos cuantos libros, pude encontrar un viejo manuscrito, que por lo que se notaba debería tomarlo con cuidado, era frágil y parecía llevar ahí varios años y quizás siglos.
Una estantería contiene:
Hechos y Tesoros de la Torre Blanca.
No supe que fue lo que me impulsó a cogerlo con el máximo cuidado posible, como si fuera mi amada espada, o con el mismo cuidado que le dedicaba a mi fiel corcel.
Solo algo dentro de mi, me dijo que debería tomarlo y leerlo.
Lo que leí me hizo temblar, temblar de solo imaginar lo que abría podido pasar ese Gaidin, la muerte de su seday, el dolor, la impotencia de no Haver podido reaccionar y hacer para lo que fue entrenado por tanto tiempo.
Falló es cierto, pero en mi mente pensaba que luego de Haver vivido meses en esta torre, y entre las mismas hermanas y sus gaidines, el no pudo haver fallado por complacencia, ni por omisión.
Debía terminar de conocer esta historia, debía buscar al gaidin de este manuscrito y averiguar de su propia boca, que es lo que había sucedido.
Volví a leer una vez mas aquel frágil manuscrito para estar seguro de la intuición que tenía, y confirmar que debía dirigirme hacia ese lugar.
La vida ha dejado de tener sentido. Lo que antes era alegría, ahora se ha
tornado desdicha. Las pesadillas me asaltan cada noche desde el momento en
que la vi. morir ante mis ojos. Todo aquello para lo que había estado años
entrenándome estaba frente a mi, al alcance de mi mano, y no fui capaz de
reaccionar. Por mi culpa, una mujer ha muerto. Que digo una mujer, ¡era la
mujer que debía defender por encima de mi propia vida! He defraudado a la
Torre Blanca y a mi mismo. Por eso debo marcharme. Volveré al lugar que me
vio nacer y compartiré mi desdicha con aquellos que ya la sufren. Allí
donde nadie se atreve a ir pasare la mayor parte del DIA. El pilar de
piedra y la mina abandonada de las colinas serán los testigos de mi
confinamiento. Axial se ara.
Algo dentro de mi me instaba a preparar mis armas, mis enseres y partir hacia las temidas y peligrosas Colinas Negras, para ver si era ahí donde estaba el Gaidin de este manuscrito.
Saludando a los guardias que custodian las puertas a la parte privada de la torre, partí hacia mi lugar de descanso a preparar mis alforjas, y luego mi caballo.
Emprendí mi camino por la puerta noroeste de la ciudad, y me dirigí camino de maradon hacia las colinas negras.
Sabía que estaba algo lejos, pero tenía lo necesario para sobrevivir.
Conocía de varios animales peligrosos dentro de esas colinas, por lo que decidí no entrar por las mismas, sino seguir mi camino hasta el pueblo y dependiendo de la hora en la que llegase al mismo, pasaría la noche ahí, para el día siguiente poder con energías renovadas realizar mi búsqueda.
Noté que las personas del pueblo, por miedo o quizás por precaución, ni siquiera volteaban a verme, era gente que al parecer, no prestaba atención a otros asuntos que no fueran los suyos.
Esta mujer pasa por tu lado sin ni siquiera verte.
Sin embargo como en cualquier posada, quien la regentaba y por unas monedas de oro podría informarme.
Grande fue mi sorpresa al llegar al pueblo y ver que no había posada, me tocaría dormir al raso.
Preparé a las afueras del pueblo mi tienda, construí una improvisada estaca para atar a mi corcel, aunque como era fiel, nos e movería amenos que yo le diera la orden.
Comí una frugal cena con las raciones que había llevado para sobrevivir en mi aventura, e improvisando una pequeña zanja con algunos palos afilados con mi espada, para rodear mi pequeño campamento y así darme tiempo, si alguien quería sorprenderme.
Siempre es mejor estar preparado.
Al día siguiente con las primeras luces del amanecer, levanté campamento, y me acerqué al pueblo para hacer averiguaciones, nadie supo decirme nada, solo que hacía varios años un Antiguo hombre de mirada triste y ensimismado en lo que hacía, se abría internado entre las colinas. solo una capa de colores cambiantes les dio certeza de quien se trataba.
Era un Gaidin.
Emprendí entonces mi camino hacia las colinas, intentando localizar a la persona que buscaba.
Me costó, tuve que esquivar serpientes correosas, de las mas peligrosas de la zona, un flaco y hambriento leopardo que al verme intentó atacarme, pero al localizar un pequeño cachorro de lobo que se había alejado de la manada… se conformó con esa pequeña presa.
Pensé para mis adentros, un cachorro de lobo, estuve cerca de ser yo, quien estaba investigando estos manuscritos que era un simple cachorro, podía Haver terminado como el, de no Haver estado alerta a mi entorno.
Caminé y caminé por las colinas. Hasta que cuando caía el sol, logré encontrar en la pared de una pequeña colina, cubierta por hierba y algunas plantas, la entrada a otro lugar.
Una lengua de tierra... Ahí estaba el, ahí sentado sobre unas piedras, con su capa de cambiantes colores, ajada, y estropeada, pero era una de esas famosas capas de gaidin.
me acerqué a el, no parecía haberme notado…
Intenté conversar con el, pero no respondió a mis palabras, ni a mis preguntas.
Hasta el momento en que no sé si por lo que le estaba diciendo… pero al mencionar la palabra terangreal... salio de su estupor de una manera sorprendente.
Un hombre ensimismado parece volver a la realidad y da un respingo.
Un hombre ensimismado repara en tu presencia y te mira sorprendido.
Un hombre ensimismado dice 'Hacia muchos años que no veía a alguien de fuera del pueblo'
Un hombre ensimismado se lleva las manos a la cabeza y murmura para si mismo.
Un hombre ensimismado recobra la compostura y te mira de nuevo.
Un hombre ensimismado dice 'Desde aquel DIA nada fue lo mismo'
Un hombre ensimismado dice 'Todavía veo su cara cada vez que cierro los ojos'
Un hombre ensimismado dice 'Su recuerdo me perseguirá hasta la muerte'
Un hombre ensimismado se levanta y muestra su gran envergadura y fortaleza.
Un hombre ensimismado dice 'Pero eso no le ocurrirá a nadie nunca mas'
Un hombre ensimismado dice 'La llave esta a buen recaudo'
Un hombre ensimismado dice 'El anacoreta no se la dará a nadie'
Un hombre ensimismado pregunta 'Seguirá habitando en aquel lugar abandonado cercano a Caralain?'
Un hombre ensimismado se da la vuelta y vuelve a sentarse en las piedras.
Intenté preguntarle de quien hablaba, pero no volvió a responder, ni siquiera por que volví a mencionar aquella palabra.
Entonces me dije que para seguir averiguando debería emprender mi camino hacia caemlyn y buscar esas colinas.
Aunque era largo mi camino, lo emprendí con verdadero fervor, pues quería resolver este misterio.
Llegado a Caemlyn, y como lo había hecho cuando el sol estaba en lo mas alto de su zenit, decidí entonces seguir mi camino asta el pueblo mas cercano, Cuatro reyes, todas las indicaciones que me habían dado, me llevaba hacia esos lados para encontrar mi destino.
Ahora si conseguí posada donde hospedarme, aunque no tenía problema de hacerlo al raso como en el pueblo de Denuir. Aproveché pues, y pedí una buena ración de comida caliente y una buena jarra de especiada cerveza.
Luego de escuchar a las personas que estaban ahí, decidí descansar, en el establo estaba mi fiel corcel, quien estaba ya almohazado, cepillado y bien cuidado.
Esa noche dormí, en una cama, luego de Haver empezado mi aventura, muchas semanas en búsqueda de estas pistas que me trajeran a la anacoreta sobre la cual aquel gaidin había mencionado.
Con la salida del sol entonces, luego de un desayuno en la posada y de pagar por mi hospedaje, me puse en camino hacia las colinas de caralain.
bus´que y busque, estuve dos días entre búsqueda y búsqueda de ese hombre, pero no podía dar con el.
hasta que cuando mis provisiones de aguas estaban menguando, pude localizar un río, y aprovisionarme de ella.
Algo me dijo que tenía que seguir ese camino y como hasta ahora mi intuición no me había fallado, seguí el camino.
Grande fue mi sorpresa cuando siguiendo el río pude llegar a unas fraguas … una pequeña sensación como de hormigueo mientras estaba en camino siguiendo el río, me hizo creer que podía estar cerca de un steddin.
No veía nadie en el mismo, ni ogier, ningún tipo de vida o huellas o algo que me indicase que alguien habitaba en estos valles.
Seguí bajando hacia unas casas, que se veían a lo lejos, talvez ahí podría encontrar alguien que me pudiese ayudar.
Para ser un steddin, daba la impresión de estar abandonado, las arboledas estaban descuidadas, el bosque había avanzado sobre las mismas y plantas trepadoras y demás crecían y hacían difícil el caminar por el lugar.
Cuando pude llegar a las casas que veía, fue grande mi sorpresa al verlas, parcialmente destruidas, como si un ataque o algo similar hubiera ocurrido allí.
entrando en una de ellas con mis armas prestas, encontré al tan buscado hombre, una anacoreta que me dijo así, luego de haberle preguntado por la llave de cual hablaba aquel gaidin.
Un anacoreta pregunta '¿La Luz os ha traído hasta aquí en busca de una llave?'
Un anacoreta parece meditar durante un instante.
Un anacoreta dice 'La llave, si'
Un anacoreta dice 'De poco me sirve a mi y ya ni recuerdo quien me la dio ni cuando'
Un anacoreta dice '¿La queréis?'
Un anacoreta dice 'Os la daré, pero antes hacedme un favor'
Un anacoreta dice 'Llevo muchos años sin ver a nadie, pensando en el Creador y en el insondable y continuo girar de la Rueda'
Un anacoreta dice 'A veces la tentación se ha apoderado de mi'
Un anacoreta se muestra avergonzado por sus palabras.
Un anacoreta dice 'En mas de una ocasión mis sueños han estado protagonizados por lujuriosas fiestas en las que los mejores caldos del reino corrían como rebosantes manantiales al principio de la primavera'
Un anacoreta suspira profundamente.
Un anacoreta dice 'Si me pudierais traer una botella de vino tinto añejo para vencer a la insana tentación que me devora por dentro os estaría agradecido de por vida'
Un anacoreta dice 'y, quizás, os diera la llave que andáis buscando'
Un anacoreta dice 'Dicen que en las Tierras Fronterizas tienen muy buenos vinos'
Un anacoreta se queda abstraído de nuevo y parece olvidar tu presencia.
Sin entender lo que me pedía… y creyendo que era una broma… intenté volverle a preguntar, pero como si fuese un loro cada que le preguntaba por la tan dichosa llave, me respondía las mismas cosas.
Emprendí pues mi camino de vuelta a puente blanco, la salida mas cercana y menos laberíntica para poder volver a la calzada. me había costado encontrar ese camino pero una vez aprendido, me dije no perderlo y así lo hice.
volví a recorrer los caminos, Puente, 4 Reyes, Caemlyn y luego mi camino hacia las tierras fronterizas. Sabía que no IVA a ser fácil, por el tiempo que me tomaría, pero con mi fiel corcel, estaba seguro de lograrlo.
Semanas después, que se me habían hecho largas, pude llegar a mi tierra natal, luego de Haver cruzado por Tar Valon.
No tenía familia, pero si posaderos conocidos, que al encontrarme me saludaron efusivamente y querían que les contase mis historias.
Tiempo la verdad es que no tenía, deseaba llegar a Falmoran, y conseguir aquella botella de ese tan ansiado vino que quería el anacoreta.
Hablé con posaderos, con vinateros, y todos me guiaban hasta ahí.
Luego de pasar la noche en Shol Arbela, proseguí mi camino hacia la ciudad antes mencionada.
Al llegar, un cartel me recibió, y alguien que me dio un consejo antes de entrar, que no llevase mi yelmo puesto ni nada que me cubriese la cara, las reglas de las tierras fronterizas así lo marcaba.
Prestando atención a los consejos y no queriendo tener problemas obedecí las indicaciones tanto del cartel, como de aquel hombre, y me quité esas pertenencias. Luego de buscar una buena posada, o lámenos no una tan cara como para gastarme las monedas de oro que me quedaba, comencé con mis averiguaciones, donde podría conseguir aquel mentado vino.
Entre preguntas y algunos cambios de monedas con los pillos que estaban por esa, como en tantas ciudades del mundo, pude saber que en el palacio se guardaba una bodega, protegida con esas especies de vinos, añejos, y bien conservados como aquel hombre me había encomendado conseguirle.
No IVA a ser fácil entrar a palacio sin tener autorización, pero me las ingenié, y use mi astucia, para poder pasar desapercibido por la guardia.
Parecía un vulgar ladrón, pero realmente no tenía apellido, no tenía linaje que me respaldase para poder entrar como una persona de bien.
Varias beses estuve apunto de ser encontrado por la guardia del lugar, pero parece que la suerte me sonreía.
Logré colarme en las cocinas y encontrar las bodegas, y en ellas...
Encontrar eso que tanto buscaba.
Con la botella ya entre mis ropas, volví a esperar que cayese la noche para salir del palacio tal y como había entrado.
Nuevamente logré salir, no podía creer mi suerte, había podido poner los pies fuera de palacio, 1 minuto antes de que la guardia de la muralla hiciera la ronda por ese sector.
de todas formas no salí tan indemne, casi pierdo la botella al bajar por la muralla, y aún peor una de mis manos.
Al bajar caí propinándome un fuerte golpe y una torcedura.
Volví a la posada, y soportando el dolor, fui a descansar. Al día siguiente buscaría una curadora, para que me echase un vistazo y pudiera darme algo.
Aunque el dolor apenas me dejó conciliar el sueño, pude soportarlo hasta el alba, y buscar dicha persona.
Me curó, me entablilló la mano, y me dijo no podría montar por unos días. Realmente no querría esperar, asíque desobedeciendo sus consejos, busqué mi caballo, y guardando la botella con buen recaudo entre mis alforjas, emprendí mi regreso a puente blanco, para luego buscar aquel anacoreta.
Nuevamente varias semanas mas tarde, pude llegar a Caemlyn, y luego de descansar seguí mi camino a puente blanco. días mas tarde pude llegar con ese hombre, y darle de su tan ansiada bebida.
Un anacoreta dice 'Muchas gracias, joven.'
Un anacoreta descorcha el vino y da un largo trago a la botella.
Un anacoreta arroja la botella contra el suelo y esta estalla.
Un anacoreta dice 'Nunca mas bajare la guardia, pues sus tretas para doblegarnos se encuentran donde menos lo sospechamos.'
Un anacoreta dice 'A partir de ahora venceré el peligro de la tentación y volveré a profesar el ascetismo.'
Un anacoreta te da una llave de bronce.
Un anacoreta dice 'Ahora si me perdonáis, debo recuperar el tiempo perdido.'
Tenía la tan buscada llave, no parecía nada especial, pero si tan difícil había sido poder conseguirla… debería guardar algo muy preciado, o peligroso.
Desandando mi camino me puse en marcha para volver a Tar Valon.
Al llegar lo primero que hice, fue ir a la biblioteca, no sin antes Haver dado su tan merecido cuidado a mi hermoso caballo.
Llegué a la torre, ingresé por los establos como corresponde, y luego de dejar mis alforjas y demás enseres en mi lugar de descanso, fui hasta la biblioteca a seguir buscando de ese misterio y poder resolverlo.
Días pasaron, y nada encontraba, frustrado y enojado por no poder hallar más sobre eso, ni que podría Acer con esa llave, fui a descargar mis frustraciones y tensiones en la sala de entrenamiento.
Mi mano ya estaba algo curada, y ya podía manejar mi espada, no con la misma habilidad debido a la molestia que todavía sentía, pero sabía que eso era insignificante con las heridas de batallas que tantos de mis hermanos habían pasado.
Mientras realizaba movimientos, golpeaba muñecos de entrenamiento, y demás acciones, pensaba que esa llave debería ser de algún lado dentro de Tar Valon o donde mismo estaba el Viejo Gaidin.
Grande fue mi golpe, pero mucha mas mi sorpresa, al tropezar con unos escudos que estaban en el rincón de la sala, no me di cuenta me había desplazado tanto.
El golpe fue grande, pero la sorpresa mayor, al encontrar que eso era como un sótano, el cual me dejaba justo frente a una trampilla.
Algo dentro de mi, mi intuición o como deseen llamarle, me dijo que debería probar la llave en esa puerta.
Logré abrirla, para aumentar todavía mas mi incredulidad, ya de por sí pensando que no podía llegar hacerlo más, encontré un espejo al ingresar.
Un espejo que estaba en toda la pared del fondo. eso sonaba al terangreal tan mencionado...
Jamás sabría como usarlo, o cosa así, no sabía nada del poder, ni siquiera tenía nociones del mismo.
Busque sostenes, intenté moverlo, busque por cerraduras y palancas, pero nada, nada encontraba para moverlo o como utilizarlo.
Tras intentos infructuosos de buscar de que manera poder accionarlo, me detuve frente a el, y comencé a reflexionar.
No se me ocurría ni podía encontrar manera dentro de mi mente y mis pensamientos en los cuales podría accionarlo.
Decidí, entonces examinarlo nuevamente mas de cerca, talvez pudiera encontrar algo escondido.
Al quedar a escasos centímetros de el, pude admirar mi reflejo, ver mi ceño fruncido por la concentración...
No pasaron mas de unos escasos segundos… hasta que comencé a sentir algo que me atraía hacia el, era como si mi reflejo me llamase, o como si una fuerza me quisiera succionar.
Seguí caminando, para acortar más los pocos centímetros que me separaban de el.
Grande fue mi estupor al atravesarlo, era una sensación extraña, como si agua corriese por mi cuerpo. Una gélida agua.
Seguí caminando y aparecí en un templo, ruinoso.
Unas antiguas ruinas
Al cruzar el espejo, apareces en un lugar sorprendente, pues la decadencia
es la nota predominante. Los restos de lo que en otro tiempo pareció ser un
esplendoroso templo yacen hache, inermes. Desde donde te encuentras adviertes
varios muros destruidos, axial como una columna sin capitel y muchas piedras
en el suelo sin orden ninguno. Este, bastante húmedo por lo que parece una
lluvia reciente, no presenta tipo alguno de vegetación. El cielo, de color
gris plomizo, termina de dar un aire lúgubre al lugar. Fuertes truenos
retumban de vez en cuando en la distancia, rompiendo el espectral silencio
reinante.
[Salidas: ninguna]
Una gran puerta con unas inmensas cadenas y un candado.
Una placa algo sucia.
Ya no tenía palabras para describir que era lo que pensaba, estaba en un lugar extraño, luego de Haver cruzado un Terangreal que me había llevado sabe quien a donde.
Solo veía algo en el suelo que me llamaba la atención.
Una maza, una Maza común y corriente, no comprendía que podía hacer ahí pero decidí levantarla y estudiarla.
No parecía nada raro, ni Angreal ni Sangreal, ni cosa alguna relacionada con el poder, solo Una simple maza, corriente y apenas equilibrada para usar en algún combate.
Comencé entonces a mirar mi alrededor, a examinar todo lo que había.
Solo veía ese candado parecía ser de piedra, y esa placa, que estaba completamente sucia.
Cuando la examiné mas de cerca pude ver que algo extraño tenía, alguna inscripción que debido a la suciedad que poseía, no alcanzaba a comprender ni a descifrar.
Me quité entonces mi armadura, y quitándome mi camiseta, de lino, la utilicé para frotar la placa, y ver si así podía quitarle esa suciedad y poder alcanzar a descifrar aquella inscripción.
Luego de frotar y frotar, logré empezar a distinguir algo de lo que decía...
Rompe... el...
Continué entonces frotando pues veía que no era toda la inscripción la que había logrado limpiar. seguí por varios minutos con la misma fuerza, hasta que logré limpiarla por completo, y ver con nitidez aquello que tan escondido bajo polvo y suciedad se ocultaba.
Rompe con ella el mecanismo y accede a tu verdadera prueba.
Reflexione a que podría referirse… hasta que deducía que la maza tendría algo que ver, sino no estaría hache, por que para combate dudaba que fuese, ya que no era una maza tan buena y mucho menos equilibrada.
La tomé entre mis manos, luego de ponerme mi camiseta de lino y mi armadura, y me dispuse a romper ese mecanismo que tanto nombraba.
Golpee con todas mis fuerzas el candado, creyendo que era ese el mecanismo que se refería, pero veía que no lograba Acer ni una sola grieta, talvez sería de cuendillar o algún material parecido.
Entonces decidí probar suerte con la placa.
No pude deducir de qué material podría ser, pero se rompió con gran facilidad al hacer impacto con la maza sobre ella.
Creí que podría ser algún compartimiento secreto. Y si, así era, al hacerse añicos, cayó de su interior una vieja llave y un pergamino ajado.
Recogí la llave del suelo y aquel pergamino que parecía podría hacerse polvo entre mis dedos, lo desenrollé con gran cuidado y comencé a leerlo.
Un Guardián debe saber de infiltración, esconderse en las sombras y
ser una de ellas, ser una verdadera arma eficaz y útil para su Aes Sedai
y para la Torre Blanca. Demuéstralo. Consigue aquel documento que te guiara
en el camino
Me quedé reflexionando, pensando y dando vueltas a la mente, aquellas palabras tenían mucha razón, pero hache no había ningún documento.
Comencé a examinar la llave y aquel candado, es de suponer que debería ser del mismo si salía de la placa.
Probé desbloquearlo y si, ese candado se abrió, el cerrojo cayó con gran estruendo, y pensé que si alguien estaba aquí podría alertarlo.
Entonces desenfundé mis espadas y me puse en guardia por si alguien aparecía.
Nada sucedió, por lo que pude relajar algo mi guardia, y comenzar a examinar la puerta que había.
No sabía que podría encontrarme atravesándola pero de todas formas, concentré mi mente en una pequeña llamita, y me dispuse abrirla.
Con mucha suavidad, con mucho sigilo empecé a desplazarla.
La puerta se fue abriendo lentamente, y con apenas un resquicio pude apreciar que se llevaba acabo una reunión.
Eran varias personas, todas usaban mascaras, y al parecer no tramaban nada bueno.
Sin delatar mi presencia, agucé mi oído para escuchar de que hablaban, solo logré captar algunas frases, no lo hacían muy alto a pesar de estar bastante ocultos.
Una mujer con antifaz dice '¿Que? Aes Sedai? ¡Las brujas no son fáciles de matar!'
Un hombre con capucha dice 'cierto, no se mata a una bruja axial como axial.'
Un hombre enmascarado dice '¡Silencio!'
Un hombre enmascarado dice 'Se ara como he dicho, ahora pensemos el plan.'
Todos se juntan en la mesa y susurran sin que puedas llegar a oír nada
Esto no era normal, sabía que esta gente ya no era buena por lo que planeaban y hablaban. la pista que tenía me decía que ahí dentro estaba lo que buscaba, el documento que me guiaría.
Me alejé de la puerta y puse mis armas apunto.
Ajusté mi armadura y demás equipo, y poniéndome en guardia abrí la puerta de una patada.
No sabía si podría acabar con todos, pero sabía que no eran seguidores de la luz, y que si les dejaba continuar matarían alguna seday.
Entré con gran estrépito y pude acabar con dos, nada más entrar.
estaban de espaldas a la puerta y pude rebanarles el cuello con mis dos espadas.
El resto no tardaron en abalanzarse sobre mi. con mucho esfuerzo, y con más heridas aunque no mortales, de las que me hubiera gustado terminar, logré derrotar al último enmascarado.
Todo estaba hecho un lío y no sabía si alguien más podría Haver escuchado los ruidos, y acercarse Haver que sucedía.
Por lo que me puse de inmediato, pero sin perder de vista mi entorno, a registrar los cajones de aquel escritorio y el armario que allí se encontraban.
entre papeles, y demás objetos, pude encontrar un documento, a simple vista nos Abia de que se trataba pero decidí meterlo en mi bolsa para luego poder salir de ahí y revisarlo en algún lugar mas tranquilo.
Al cogerlo una pequeña llave cayó de entre los pliegues del documento, por lo que también me la guardé para investigar de qué sería.
Me retiré entonces de la habitación y volví al lugar donde había llegado antes.
Vendando mis heridas, poniendo pequeños ungüentos y cosas que había adquirido antes de empezar mi aventura, logré lámenos hacer que mis heridas dejasen de sangrar.
Empecé entonces a buscar, por el lugar algo que me indicase para que esa llave podría ser utilizada… nada encontré.
Por lo que entonces, decidí volver a la habitación y revisar.
Buscando moví los armarios y el escritorio, no fuera cosa que hubiese una trampilla. Pero encontré lo que buscaba donde estaba el armario apoyado.
La llave calzaba perfecta, por lo que con suma cautela la hice girar...
La abrí, y pude divisar unos árboles, y a unos cuantos metros un claro.
Se notaba una figura ahí, pero era imposible distinguirla sin aproximarme.
Abrí entonces la puerta, y me adentré en ese pequeño bosque.
Logré ver que era una especie de gaidin... nos Abia que hacía ahí, pero a estas alturas tampoco estaba dispuesto a dejar la ventaja que tenía estando escondido.
Lámenos una capa de colores o gris llevaba.
Aquel hombre se encontraba agazapado, como si fuese un animal de caza y yo fuese su presa...
A simple vista parecía un gaidin pero no estaba seguro...
Derepente y sin esperarlo dio un salto y me lanzó una estocada.
Me pilló por sorpresa y casi me deja sin mano. otro corte más a la colección... esta aventura me dejaría muy marcado, y no solo en el sentido de los cortes y heridas.
Pude reponerme de mi sorpresa y comenzar a combatir.
Solo la capa era similar a la de un gaidin, por que si no fuera que me tomó descuidado...
Pude derrotarlo con poco esfuerzo, no parecía realmente un buen espadachín.
Esto era algo raro... al caer aquel hombre... una llave cayó de su bolsillo... pero sentí mas que oí como una puerta de piedra o similar, caía muy cerca de mi.
El golpe de aquel portal o lo que fuese, me envió contra un árbol y sumé una herida mas a mi ya extensa colección.
Me quedé ahí mismo intentando recuperarme y una vez que lo logré, me puse en pie.
Cogí aquella llave y ya sin sorpresa, comencé a examinar aquel candado.
Probé la llave y calzó a la perfección.
lo hice girar y...
La puerta se abrió y como si algo me la hubiera arrancado de las manos, con el poder, la llave se fue.
Abrí esa puerta y ya con menos fuerzas de las que había llegado a este punto ingresé.
Mis ojos se abrieron de sorpresa, al ver una seday, acorralada por un maldito engendro.
(Hielo) Una Aes Sedai muy herida ha retrocedido hasta dar con la pared a su espalda.
Un Fado se acerca a la Sedai deleitándose con el golpe que se dispone a dar.
Un Myrddraal dice 'encauzadora... disfruta de tu ultimo respiro...'
Una Aes Sedai herida susurra 'no… no, no, no, esto no puede acabar axial'
La Aes Sedai se apoya en una rodilla, su expresión pasa de su típica frialdad a algo parecido al miedo.
El Myrddraal sigue caminando lentamente hacia ella, pero de repente se gira hacia ti
Un Myrddraal dice 'vaya, quedaba alguien mas'
La Aes Sedai te mira sorprendida con un brillo en los ojos que te llama la atención poderosamente.
Un Myrddraal te observa con cara de considerar cuan fuerte eres.
Un Myrddraal dice 'que decepción, ni siquiera es uno de esos perros falderos'
Un Myrddraal te ignora y se dirige de nuevo hacia la Aes Sedai.
Una Aes Sedai herida grita '¡Por favor! Atácale para que me de tiempo a volver a encauzar ¡y acabar con el!'
Un Myrddraal se para y te mira, parece estar divirtiéndose con todo esto.
Un Myrddraal dice 'no tiene valor, considérame y mira la muerte de cerca, niño'
La Aes Sedai lucha por levantarse y vuelve a mirarte con gesto de dolor.
No podía dejarla ahí, debía confiar en que si le daba tiempo podría encauzar y acabar con aquel asqueroso engendro.
Elevando mis espadas, me lancé hacia el, deseando de que la hermana pudiese acabar con esa abominación.
Nada mas abalanzarte como un suicida, seguro ya de tu muerte y con el constante dolor de las heridas del resto de la prueba encima, oyes como tu grito de guerra y todos los sonidos que te envolvían hace un momento desaparecen...
Te quedas parado en el aire, como congelado, pero no por voluntad propia, mientras todo alrededor parece hacer lo mismo.
De golpe, todo parece arrugarse a tu alrededor, incluso el aire.
Todo se arruga, estira y deforma, y parece ser tragado como el agua por un agujero en un cubo roto. Todo se vuelve blanco mientras desaparece por un minúsculo punto y quedas flotando en el vacío que te rodea.
Con la misma brusquedad que antes, te sientes tirado y absorbido por el punto por donde se fue todo, y al poco empiezas a estirarte extrañamente mientras te engulle el agujero...
Apareces lanzado contra el suelo, atravesando el espejo por el que entraste al comenzar la prueba.
Sorprendido, ¡te agachas y recoges una capa!
Coges una capa de cachorro.
Mi estupor y heridas abiertas, sumado a mi dolor no me dejaban pensar muy bien, la cogí y vi, que llevaba el emblema de los cachorros.
No sabía si era esto lo que buscaba pero supuse que si.
Entonces pensando que aquella hermana podría estar en mas peligro corrí a la biblioteca para dar aviso a Neidol Gaidin
[Salidas: norte este (sur) oeste arriba]
Neidol Gaidin esta aquí.
Le haces una reverencia a Neidol Gaidin.
Neidol Gaidin camina tranquilamente.
Neidol Gaidin se detiene y repara en el joven que acaba de llegar.
Dices 'Saludos, Neidol Gaidin'
Neidol Gaidin dice 'Saludos Kaleb.’
Neidol Gaidin pregunta '¿Cómo van los entrenamientos?'
Neidol Gaidin te mira serio de arriba abajo.
Kaleb responde bien, estoy haciendo lo que mis maestros me mandan, y esforzándome por mejorar día a día.
Neidol Gaidin dice 'hace ya unos meses que estás aquí con nosotros'
Asientes con un gesto de cabeza.
Neidol Gaidin dice 'y para que negarlo'
Neidol Gaidin dice 'has avanzado a buen ritmo'
Dices 'hago lo que puedo, quiero llegar a ser algún día, como quienes están aquí en este lugar.'
Neidol Gaidin pregunta '¿Conoces lo que hay detrás de esa puerta?'
Neidol Gaidin señala la puerta a su derecha.
Kaleb niega con firmeza.
Neidol Gaidin dice 'Ven.'
Fundiéndose con el entorno, Neidol Gaidin se va hacia el este.
La Biblioteca privada
[Salidas: oeste]
En un rincón apartado hay una estantería de roble.
Neidol Gaidin dice 'Ésta es la biblioteca'
Kaleb mira a su alrededor.
Neidol Gaidin dice 'se que no has pasado tiempo por aquí'
Dices 'poco, a decir verdad.'
Neidol Gaidin dice 'ni has ojeado un libro en todo este tiempo'
Kaleb se sonroja y baja la mirada.
Neidol Gaidin dice 'es importante que lo hagas'
Neidol Gaidin dice 'a partir de hoy dedicarás diariamente un par de horas, al menos a la lectura'
Asientes con un gesto de cabeza.
Neidol Gaidin dice 'conocerás costumbres de otras regiones.'
Neidol gaidin dice 'historia.'
Neidol Gaidin dice 'cuentos y leyendas para entretenerte.'
Neidol Gaidin pregunta '¿Alguna duda?'
Dices 'si es lo que usted ordena, mi señor, lo aré con el mismo fervor que e puesto al entrenamiento'
Neidol Gaidin dice 'no es porque yo lo ordene'
Neidol Gaidin dice 'es importante cuando acompañes a tu sedai por el mundo no parezcas un patán'
Asientes con un gesto de cabeza.
Neidol Gaidin dice 'no quiero decir que lo parezcas, entiéndeme'
Dices 'me instruiré en lo más que pueda, no dejaré en vergüenza a los gaidines, y menos a quien sea mi futura seday.'
Neidol Gaidin dice 'pero servirás mejor si comprendes que todo lo que se dice en Cairhien tiene su miga'
Neidol Gaidin dice 'en los libros también conocerás mejor a los servidores de la sombra, sus puntos débiles'
Neidol Gaidin dice 'sin duda será útil'
Neidol Gaidin dice 'podrás encontrar nuevas poses de combate'
Neidol Gaidin dice 'para cuando las veas en tus oponente saber contrarrestarlas'
Dices 'dedicare toda mi atención en instruirme.'
Neidol Gaidin dice 'revisa las estanterías, ahora que tienes un tiempo libre hasta el próximo entrenamiento'
Neidol Gaidin se gira hacia la puerta.
Aces una reverencia a Neidol Gaidin.
Neidol Gaidin dice 'sin duda, aprende lo que puedas, algún DIA te será útil'
Neidol Gaidin se va de la estancia.
Una vez Neidol Gaidin salió de la estancia, pensé...
Por que tenía que examinar la biblioteca, si yo solo debería cuidar a mi futura seday, no hablar por ella.
Aunque con un poco de molestia, me dirigí a las estanterías y me puse a rebuscar en ellas.
No conseguía encontrar nada que me llamase la atención, hasta que...
Entre unos cuantos libros, pude encontrar un viejo manuscrito, que por lo que se notaba debería tomarlo con cuidado, era frágil y parecía llevar ahí varios años y quizás siglos.
Una estantería contiene:
Hechos y Tesoros de la Torre Blanca.
No supe que fue lo que me impulsó a cogerlo con el máximo cuidado posible, como si fuera mi amada espada, o con el mismo cuidado que le dedicaba a mi fiel corcel.
Solo algo dentro de mi, me dijo que debería tomarlo y leerlo.
Lo que leí me hizo temblar, temblar de solo imaginar lo que abría podido pasar ese Gaidin, la muerte de su seday, el dolor, la impotencia de no Haver podido reaccionar y hacer para lo que fue entrenado por tanto tiempo.
Falló es cierto, pero en mi mente pensaba que luego de Haver vivido meses en esta torre, y entre las mismas hermanas y sus gaidines, el no pudo haver fallado por complacencia, ni por omisión.
Debía terminar de conocer esta historia, debía buscar al gaidin de este manuscrito y averiguar de su propia boca, que es lo que había sucedido.
Volví a leer una vez mas aquel frágil manuscrito para estar seguro de la intuición que tenía, y confirmar que debía dirigirme hacia ese lugar.
La vida ha dejado de tener sentido. Lo que antes era alegría, ahora se ha
tornado desdicha. Las pesadillas me asaltan cada noche desde el momento en
que la vi. morir ante mis ojos. Todo aquello para lo que había estado años
entrenándome estaba frente a mi, al alcance de mi mano, y no fui capaz de
reaccionar. Por mi culpa, una mujer ha muerto. Que digo una mujer, ¡era la
mujer que debía defender por encima de mi propia vida! He defraudado a la
Torre Blanca y a mi mismo. Por eso debo marcharme. Volveré al lugar que me
vio nacer y compartiré mi desdicha con aquellos que ya la sufren. Allí
donde nadie se atreve a ir pasare la mayor parte del DIA. El pilar de
piedra y la mina abandonada de las colinas serán los testigos de mi
confinamiento. Axial se ara.
Algo dentro de mi me instaba a preparar mis armas, mis enseres y partir hacia las temidas y peligrosas Colinas Negras, para ver si era ahí donde estaba el Gaidin de este manuscrito.
Saludando a los guardias que custodian las puertas a la parte privada de la torre, partí hacia mi lugar de descanso a preparar mis alforjas, y luego mi caballo.
Emprendí mi camino por la puerta noroeste de la ciudad, y me dirigí camino de maradon hacia las colinas negras.
Sabía que estaba algo lejos, pero tenía lo necesario para sobrevivir.
Conocía de varios animales peligrosos dentro de esas colinas, por lo que decidí no entrar por las mismas, sino seguir mi camino hasta el pueblo y dependiendo de la hora en la que llegase al mismo, pasaría la noche ahí, para el día siguiente poder con energías renovadas realizar mi búsqueda.
Noté que las personas del pueblo, por miedo o quizás por precaución, ni siquiera volteaban a verme, era gente que al parecer, no prestaba atención a otros asuntos que no fueran los suyos.
Esta mujer pasa por tu lado sin ni siquiera verte.
Sin embargo como en cualquier posada, quien la regentaba y por unas monedas de oro podría informarme.
Grande fue mi sorpresa al llegar al pueblo y ver que no había posada, me tocaría dormir al raso.
Preparé a las afueras del pueblo mi tienda, construí una improvisada estaca para atar a mi corcel, aunque como era fiel, nos e movería amenos que yo le diera la orden.
Comí una frugal cena con las raciones que había llevado para sobrevivir en mi aventura, e improvisando una pequeña zanja con algunos palos afilados con mi espada, para rodear mi pequeño campamento y así darme tiempo, si alguien quería sorprenderme.
Siempre es mejor estar preparado.
Al día siguiente con las primeras luces del amanecer, levanté campamento, y me acerqué al pueblo para hacer averiguaciones, nadie supo decirme nada, solo que hacía varios años un Antiguo hombre de mirada triste y ensimismado en lo que hacía, se abría internado entre las colinas. solo una capa de colores cambiantes les dio certeza de quien se trataba.
Era un Gaidin.
Emprendí entonces mi camino hacia las colinas, intentando localizar a la persona que buscaba.
Me costó, tuve que esquivar serpientes correosas, de las mas peligrosas de la zona, un flaco y hambriento leopardo que al verme intentó atacarme, pero al localizar un pequeño cachorro de lobo que se había alejado de la manada… se conformó con esa pequeña presa.
Pensé para mis adentros, un cachorro de lobo, estuve cerca de ser yo, quien estaba investigando estos manuscritos que era un simple cachorro, podía Haver terminado como el, de no Haver estado alerta a mi entorno.
Caminé y caminé por las colinas. Hasta que cuando caía el sol, logré encontrar en la pared de una pequeña colina, cubierta por hierba y algunas plantas, la entrada a otro lugar.
Una lengua de tierra... Ahí estaba el, ahí sentado sobre unas piedras, con su capa de cambiantes colores, ajada, y estropeada, pero era una de esas famosas capas de gaidin.
me acerqué a el, no parecía haberme notado…
Intenté conversar con el, pero no respondió a mis palabras, ni a mis preguntas.
Hasta el momento en que no sé si por lo que le estaba diciendo… pero al mencionar la palabra terangreal... salio de su estupor de una manera sorprendente.
Un hombre ensimismado parece volver a la realidad y da un respingo.
Un hombre ensimismado repara en tu presencia y te mira sorprendido.
Un hombre ensimismado dice 'Hacia muchos años que no veía a alguien de fuera del pueblo'
Un hombre ensimismado se lleva las manos a la cabeza y murmura para si mismo.
Un hombre ensimismado recobra la compostura y te mira de nuevo.
Un hombre ensimismado dice 'Desde aquel DIA nada fue lo mismo'
Un hombre ensimismado dice 'Todavía veo su cara cada vez que cierro los ojos'
Un hombre ensimismado dice 'Su recuerdo me perseguirá hasta la muerte'
Un hombre ensimismado se levanta y muestra su gran envergadura y fortaleza.
Un hombre ensimismado dice 'Pero eso no le ocurrirá a nadie nunca mas'
Un hombre ensimismado dice 'La llave esta a buen recaudo'
Un hombre ensimismado dice 'El anacoreta no se la dará a nadie'
Un hombre ensimismado pregunta 'Seguirá habitando en aquel lugar abandonado cercano a Caralain?'
Un hombre ensimismado se da la vuelta y vuelve a sentarse en las piedras.
Intenté preguntarle de quien hablaba, pero no volvió a responder, ni siquiera por que volví a mencionar aquella palabra.
Entonces me dije que para seguir averiguando debería emprender mi camino hacia caemlyn y buscar esas colinas.
Aunque era largo mi camino, lo emprendí con verdadero fervor, pues quería resolver este misterio.
Llegado a Caemlyn, y como lo había hecho cuando el sol estaba en lo mas alto de su zenit, decidí entonces seguir mi camino asta el pueblo mas cercano, Cuatro reyes, todas las indicaciones que me habían dado, me llevaba hacia esos lados para encontrar mi destino.
Ahora si conseguí posada donde hospedarme, aunque no tenía problema de hacerlo al raso como en el pueblo de Denuir. Aproveché pues, y pedí una buena ración de comida caliente y una buena jarra de especiada cerveza.
Luego de escuchar a las personas que estaban ahí, decidí descansar, en el establo estaba mi fiel corcel, quien estaba ya almohazado, cepillado y bien cuidado.
Esa noche dormí, en una cama, luego de Haver empezado mi aventura, muchas semanas en búsqueda de estas pistas que me trajeran a la anacoreta sobre la cual aquel gaidin había mencionado.
Con la salida del sol entonces, luego de un desayuno en la posada y de pagar por mi hospedaje, me puse en camino hacia las colinas de caralain.
bus´que y busque, estuve dos días entre búsqueda y búsqueda de ese hombre, pero no podía dar con el.
hasta que cuando mis provisiones de aguas estaban menguando, pude localizar un río, y aprovisionarme de ella.
Algo me dijo que tenía que seguir ese camino y como hasta ahora mi intuición no me había fallado, seguí el camino.
Grande fue mi sorpresa cuando siguiendo el río pude llegar a unas fraguas … una pequeña sensación como de hormigueo mientras estaba en camino siguiendo el río, me hizo creer que podía estar cerca de un steddin.
No veía nadie en el mismo, ni ogier, ningún tipo de vida o huellas o algo que me indicase que alguien habitaba en estos valles.
Seguí bajando hacia unas casas, que se veían a lo lejos, talvez ahí podría encontrar alguien que me pudiese ayudar.
Para ser un steddin, daba la impresión de estar abandonado, las arboledas estaban descuidadas, el bosque había avanzado sobre las mismas y plantas trepadoras y demás crecían y hacían difícil el caminar por el lugar.
Cuando pude llegar a las casas que veía, fue grande mi sorpresa al verlas, parcialmente destruidas, como si un ataque o algo similar hubiera ocurrido allí.
entrando en una de ellas con mis armas prestas, encontré al tan buscado hombre, una anacoreta que me dijo así, luego de haberle preguntado por la llave de cual hablaba aquel gaidin.
Un anacoreta pregunta '¿La Luz os ha traído hasta aquí en busca de una llave?'
Un anacoreta parece meditar durante un instante.
Un anacoreta dice 'La llave, si'
Un anacoreta dice 'De poco me sirve a mi y ya ni recuerdo quien me la dio ni cuando'
Un anacoreta dice '¿La queréis?'
Un anacoreta dice 'Os la daré, pero antes hacedme un favor'
Un anacoreta dice 'Llevo muchos años sin ver a nadie, pensando en el Creador y en el insondable y continuo girar de la Rueda'
Un anacoreta dice 'A veces la tentación se ha apoderado de mi'
Un anacoreta se muestra avergonzado por sus palabras.
Un anacoreta dice 'En mas de una ocasión mis sueños han estado protagonizados por lujuriosas fiestas en las que los mejores caldos del reino corrían como rebosantes manantiales al principio de la primavera'
Un anacoreta suspira profundamente.
Un anacoreta dice 'Si me pudierais traer una botella de vino tinto añejo para vencer a la insana tentación que me devora por dentro os estaría agradecido de por vida'
Un anacoreta dice 'y, quizás, os diera la llave que andáis buscando'
Un anacoreta dice 'Dicen que en las Tierras Fronterizas tienen muy buenos vinos'
Un anacoreta se queda abstraído de nuevo y parece olvidar tu presencia.
Sin entender lo que me pedía… y creyendo que era una broma… intenté volverle a preguntar, pero como si fuese un loro cada que le preguntaba por la tan dichosa llave, me respondía las mismas cosas.
Emprendí pues mi camino de vuelta a puente blanco, la salida mas cercana y menos laberíntica para poder volver a la calzada. me había costado encontrar ese camino pero una vez aprendido, me dije no perderlo y así lo hice.
volví a recorrer los caminos, Puente, 4 Reyes, Caemlyn y luego mi camino hacia las tierras fronterizas. Sabía que no IVA a ser fácil, por el tiempo que me tomaría, pero con mi fiel corcel, estaba seguro de lograrlo.
Semanas después, que se me habían hecho largas, pude llegar a mi tierra natal, luego de Haver cruzado por Tar Valon.
No tenía familia, pero si posaderos conocidos, que al encontrarme me saludaron efusivamente y querían que les contase mis historias.
Tiempo la verdad es que no tenía, deseaba llegar a Falmoran, y conseguir aquella botella de ese tan ansiado vino que quería el anacoreta.
Hablé con posaderos, con vinateros, y todos me guiaban hasta ahí.
Luego de pasar la noche en Shol Arbela, proseguí mi camino hacia la ciudad antes mencionada.
Al llegar, un cartel me recibió, y alguien que me dio un consejo antes de entrar, que no llevase mi yelmo puesto ni nada que me cubriese la cara, las reglas de las tierras fronterizas así lo marcaba.
Prestando atención a los consejos y no queriendo tener problemas obedecí las indicaciones tanto del cartel, como de aquel hombre, y me quité esas pertenencias. Luego de buscar una buena posada, o lámenos no una tan cara como para gastarme las monedas de oro que me quedaba, comencé con mis averiguaciones, donde podría conseguir aquel mentado vino.
Entre preguntas y algunos cambios de monedas con los pillos que estaban por esa, como en tantas ciudades del mundo, pude saber que en el palacio se guardaba una bodega, protegida con esas especies de vinos, añejos, y bien conservados como aquel hombre me había encomendado conseguirle.
No IVA a ser fácil entrar a palacio sin tener autorización, pero me las ingenié, y use mi astucia, para poder pasar desapercibido por la guardia.
Parecía un vulgar ladrón, pero realmente no tenía apellido, no tenía linaje que me respaldase para poder entrar como una persona de bien.
Varias beses estuve apunto de ser encontrado por la guardia del lugar, pero parece que la suerte me sonreía.
Logré colarme en las cocinas y encontrar las bodegas, y en ellas...
Encontrar eso que tanto buscaba.
Con la botella ya entre mis ropas, volví a esperar que cayese la noche para salir del palacio tal y como había entrado.
Nuevamente logré salir, no podía creer mi suerte, había podido poner los pies fuera de palacio, 1 minuto antes de que la guardia de la muralla hiciera la ronda por ese sector.
de todas formas no salí tan indemne, casi pierdo la botella al bajar por la muralla, y aún peor una de mis manos.
Al bajar caí propinándome un fuerte golpe y una torcedura.
Volví a la posada, y soportando el dolor, fui a descansar. Al día siguiente buscaría una curadora, para que me echase un vistazo y pudiera darme algo.
Aunque el dolor apenas me dejó conciliar el sueño, pude soportarlo hasta el alba, y buscar dicha persona.
Me curó, me entablilló la mano, y me dijo no podría montar por unos días. Realmente no querría esperar, asíque desobedeciendo sus consejos, busqué mi caballo, y guardando la botella con buen recaudo entre mis alforjas, emprendí mi regreso a puente blanco, para luego buscar aquel anacoreta.
Nuevamente varias semanas mas tarde, pude llegar a Caemlyn, y luego de descansar seguí mi camino a puente blanco. días mas tarde pude llegar con ese hombre, y darle de su tan ansiada bebida.
Un anacoreta dice 'Muchas gracias, joven.'
Un anacoreta descorcha el vino y da un largo trago a la botella.
Un anacoreta arroja la botella contra el suelo y esta estalla.
Un anacoreta dice 'Nunca mas bajare la guardia, pues sus tretas para doblegarnos se encuentran donde menos lo sospechamos.'
Un anacoreta dice 'A partir de ahora venceré el peligro de la tentación y volveré a profesar el ascetismo.'
Un anacoreta te da una llave de bronce.
Un anacoreta dice 'Ahora si me perdonáis, debo recuperar el tiempo perdido.'
Tenía la tan buscada llave, no parecía nada especial, pero si tan difícil había sido poder conseguirla… debería guardar algo muy preciado, o peligroso.
Desandando mi camino me puse en marcha para volver a Tar Valon.
Al llegar lo primero que hice, fue ir a la biblioteca, no sin antes Haver dado su tan merecido cuidado a mi hermoso caballo.
Llegué a la torre, ingresé por los establos como corresponde, y luego de dejar mis alforjas y demás enseres en mi lugar de descanso, fui hasta la biblioteca a seguir buscando de ese misterio y poder resolverlo.
Días pasaron, y nada encontraba, frustrado y enojado por no poder hallar más sobre eso, ni que podría Acer con esa llave, fui a descargar mis frustraciones y tensiones en la sala de entrenamiento.
Mi mano ya estaba algo curada, y ya podía manejar mi espada, no con la misma habilidad debido a la molestia que todavía sentía, pero sabía que eso era insignificante con las heridas de batallas que tantos de mis hermanos habían pasado.
Mientras realizaba movimientos, golpeaba muñecos de entrenamiento, y demás acciones, pensaba que esa llave debería ser de algún lado dentro de Tar Valon o donde mismo estaba el Viejo Gaidin.
Grande fue mi golpe, pero mucha mas mi sorpresa, al tropezar con unos escudos que estaban en el rincón de la sala, no me di cuenta me había desplazado tanto.
El golpe fue grande, pero la sorpresa mayor, al encontrar que eso era como un sótano, el cual me dejaba justo frente a una trampilla.
Algo dentro de mi, mi intuición o como deseen llamarle, me dijo que debería probar la llave en esa puerta.
Logré abrirla, para aumentar todavía mas mi incredulidad, ya de por sí pensando que no podía llegar hacerlo más, encontré un espejo al ingresar.
Un espejo que estaba en toda la pared del fondo. eso sonaba al terangreal tan mencionado...
Jamás sabría como usarlo, o cosa así, no sabía nada del poder, ni siquiera tenía nociones del mismo.
Busque sostenes, intenté moverlo, busque por cerraduras y palancas, pero nada, nada encontraba para moverlo o como utilizarlo.
Tras intentos infructuosos de buscar de que manera poder accionarlo, me detuve frente a el, y comencé a reflexionar.
No se me ocurría ni podía encontrar manera dentro de mi mente y mis pensamientos en los cuales podría accionarlo.
Decidí, entonces examinarlo nuevamente mas de cerca, talvez pudiera encontrar algo escondido.
Al quedar a escasos centímetros de el, pude admirar mi reflejo, ver mi ceño fruncido por la concentración...
No pasaron mas de unos escasos segundos… hasta que comencé a sentir algo que me atraía hacia el, era como si mi reflejo me llamase, o como si una fuerza me quisiera succionar.
Seguí caminando, para acortar más los pocos centímetros que me separaban de el.
Grande fue mi estupor al atravesarlo, era una sensación extraña, como si agua corriese por mi cuerpo. Una gélida agua.
Seguí caminando y aparecí en un templo, ruinoso.
Unas antiguas ruinas
Al cruzar el espejo, apareces en un lugar sorprendente, pues la decadencia
es la nota predominante. Los restos de lo que en otro tiempo pareció ser un
esplendoroso templo yacen hache, inermes. Desde donde te encuentras adviertes
varios muros destruidos, axial como una columna sin capitel y muchas piedras
en el suelo sin orden ninguno. Este, bastante húmedo por lo que parece una
lluvia reciente, no presenta tipo alguno de vegetación. El cielo, de color
gris plomizo, termina de dar un aire lúgubre al lugar. Fuertes truenos
retumban de vez en cuando en la distancia, rompiendo el espectral silencio
reinante.
[Salidas: ninguna]
Una gran puerta con unas inmensas cadenas y un candado.
Una placa algo sucia.
Ya no tenía palabras para describir que era lo que pensaba, estaba en un lugar extraño, luego de Haver cruzado un Terangreal que me había llevado sabe quien a donde.
Solo veía algo en el suelo que me llamaba la atención.
Una maza, una Maza común y corriente, no comprendía que podía hacer ahí pero decidí levantarla y estudiarla.
No parecía nada raro, ni Angreal ni Sangreal, ni cosa alguna relacionada con el poder, solo Una simple maza, corriente y apenas equilibrada para usar en algún combate.
Comencé entonces a mirar mi alrededor, a examinar todo lo que había.
Solo veía ese candado parecía ser de piedra, y esa placa, que estaba completamente sucia.
Cuando la examiné mas de cerca pude ver que algo extraño tenía, alguna inscripción que debido a la suciedad que poseía, no alcanzaba a comprender ni a descifrar.
Me quité entonces mi armadura, y quitándome mi camiseta, de lino, la utilicé para frotar la placa, y ver si así podía quitarle esa suciedad y poder alcanzar a descifrar aquella inscripción.
Luego de frotar y frotar, logré empezar a distinguir algo de lo que decía...
Rompe... el...
Continué entonces frotando pues veía que no era toda la inscripción la que había logrado limpiar. seguí por varios minutos con la misma fuerza, hasta que logré limpiarla por completo, y ver con nitidez aquello que tan escondido bajo polvo y suciedad se ocultaba.
Rompe con ella el mecanismo y accede a tu verdadera prueba.
Reflexione a que podría referirse… hasta que deducía que la maza tendría algo que ver, sino no estaría hache, por que para combate dudaba que fuese, ya que no era una maza tan buena y mucho menos equilibrada.
La tomé entre mis manos, luego de ponerme mi camiseta de lino y mi armadura, y me dispuse a romper ese mecanismo que tanto nombraba.
Golpee con todas mis fuerzas el candado, creyendo que era ese el mecanismo que se refería, pero veía que no lograba Acer ni una sola grieta, talvez sería de cuendillar o algún material parecido.
Entonces decidí probar suerte con la placa.
No pude deducir de qué material podría ser, pero se rompió con gran facilidad al hacer impacto con la maza sobre ella.
Creí que podría ser algún compartimiento secreto. Y si, así era, al hacerse añicos, cayó de su interior una vieja llave y un pergamino ajado.
Recogí la llave del suelo y aquel pergamino que parecía podría hacerse polvo entre mis dedos, lo desenrollé con gran cuidado y comencé a leerlo.
Un Guardián debe saber de infiltración, esconderse en las sombras y
ser una de ellas, ser una verdadera arma eficaz y útil para su Aes Sedai
y para la Torre Blanca. Demuéstralo. Consigue aquel documento que te guiara
en el camino
Me quedé reflexionando, pensando y dando vueltas a la mente, aquellas palabras tenían mucha razón, pero hache no había ningún documento.
Comencé a examinar la llave y aquel candado, es de suponer que debería ser del mismo si salía de la placa.
Probé desbloquearlo y si, ese candado se abrió, el cerrojo cayó con gran estruendo, y pensé que si alguien estaba aquí podría alertarlo.
Entonces desenfundé mis espadas y me puse en guardia por si alguien aparecía.
Nada sucedió, por lo que pude relajar algo mi guardia, y comenzar a examinar la puerta que había.
No sabía que podría encontrarme atravesándola pero de todas formas, concentré mi mente en una pequeña llamita, y me dispuse abrirla.
Con mucha suavidad, con mucho sigilo empecé a desplazarla.
La puerta se fue abriendo lentamente, y con apenas un resquicio pude apreciar que se llevaba acabo una reunión.
Eran varias personas, todas usaban mascaras, y al parecer no tramaban nada bueno.
Sin delatar mi presencia, agucé mi oído para escuchar de que hablaban, solo logré captar algunas frases, no lo hacían muy alto a pesar de estar bastante ocultos.
Una mujer con antifaz dice '¿Que? Aes Sedai? ¡Las brujas no son fáciles de matar!'
Un hombre con capucha dice 'cierto, no se mata a una bruja axial como axial.'
Un hombre enmascarado dice '¡Silencio!'
Un hombre enmascarado dice 'Se ara como he dicho, ahora pensemos el plan.'
Todos se juntan en la mesa y susurran sin que puedas llegar a oír nada
Esto no era normal, sabía que esta gente ya no era buena por lo que planeaban y hablaban. la pista que tenía me decía que ahí dentro estaba lo que buscaba, el documento que me guiaría.
Me alejé de la puerta y puse mis armas apunto.
Ajusté mi armadura y demás equipo, y poniéndome en guardia abrí la puerta de una patada.
No sabía si podría acabar con todos, pero sabía que no eran seguidores de la luz, y que si les dejaba continuar matarían alguna seday.
Entré con gran estrépito y pude acabar con dos, nada más entrar.
estaban de espaldas a la puerta y pude rebanarles el cuello con mis dos espadas.
El resto no tardaron en abalanzarse sobre mi. con mucho esfuerzo, y con más heridas aunque no mortales, de las que me hubiera gustado terminar, logré derrotar al último enmascarado.
Todo estaba hecho un lío y no sabía si alguien más podría Haver escuchado los ruidos, y acercarse Haver que sucedía.
Por lo que me puse de inmediato, pero sin perder de vista mi entorno, a registrar los cajones de aquel escritorio y el armario que allí se encontraban.
entre papeles, y demás objetos, pude encontrar un documento, a simple vista nos Abia de que se trataba pero decidí meterlo en mi bolsa para luego poder salir de ahí y revisarlo en algún lugar mas tranquilo.
Al cogerlo una pequeña llave cayó de entre los pliegues del documento, por lo que también me la guardé para investigar de qué sería.
Me retiré entonces de la habitación y volví al lugar donde había llegado antes.
Vendando mis heridas, poniendo pequeños ungüentos y cosas que había adquirido antes de empezar mi aventura, logré lámenos hacer que mis heridas dejasen de sangrar.
Empecé entonces a buscar, por el lugar algo que me indicase para que esa llave podría ser utilizada… nada encontré.
Por lo que entonces, decidí volver a la habitación y revisar.
Buscando moví los armarios y el escritorio, no fuera cosa que hubiese una trampilla. Pero encontré lo que buscaba donde estaba el armario apoyado.
La llave calzaba perfecta, por lo que con suma cautela la hice girar...
La abrí, y pude divisar unos árboles, y a unos cuantos metros un claro.
Se notaba una figura ahí, pero era imposible distinguirla sin aproximarme.
Abrí entonces la puerta, y me adentré en ese pequeño bosque.
Logré ver que era una especie de gaidin... nos Abia que hacía ahí, pero a estas alturas tampoco estaba dispuesto a dejar la ventaja que tenía estando escondido.
Lámenos una capa de colores o gris llevaba.
Aquel hombre se encontraba agazapado, como si fuese un animal de caza y yo fuese su presa...
A simple vista parecía un gaidin pero no estaba seguro...
Derepente y sin esperarlo dio un salto y me lanzó una estocada.
Me pilló por sorpresa y casi me deja sin mano. otro corte más a la colección... esta aventura me dejaría muy marcado, y no solo en el sentido de los cortes y heridas.
Pude reponerme de mi sorpresa y comenzar a combatir.
Solo la capa era similar a la de un gaidin, por que si no fuera que me tomó descuidado...
Pude derrotarlo con poco esfuerzo, no parecía realmente un buen espadachín.
Esto era algo raro... al caer aquel hombre... una llave cayó de su bolsillo... pero sentí mas que oí como una puerta de piedra o similar, caía muy cerca de mi.
El golpe de aquel portal o lo que fuese, me envió contra un árbol y sumé una herida mas a mi ya extensa colección.
Me quedé ahí mismo intentando recuperarme y una vez que lo logré, me puse en pie.
Cogí aquella llave y ya sin sorpresa, comencé a examinar aquel candado.
Probé la llave y calzó a la perfección.
lo hice girar y...
La puerta se abrió y como si algo me la hubiera arrancado de las manos, con el poder, la llave se fue.
Abrí esa puerta y ya con menos fuerzas de las que había llegado a este punto ingresé.
Mis ojos se abrieron de sorpresa, al ver una seday, acorralada por un maldito engendro.
(Hielo) Una Aes Sedai muy herida ha retrocedido hasta dar con la pared a su espalda.
Un Fado se acerca a la Sedai deleitándose con el golpe que se dispone a dar.
Un Myrddraal dice 'encauzadora... disfruta de tu ultimo respiro...'
Una Aes Sedai herida susurra 'no… no, no, no, esto no puede acabar axial'
La Aes Sedai se apoya en una rodilla, su expresión pasa de su típica frialdad a algo parecido al miedo.
El Myrddraal sigue caminando lentamente hacia ella, pero de repente se gira hacia ti
Un Myrddraal dice 'vaya, quedaba alguien mas'
La Aes Sedai te mira sorprendida con un brillo en los ojos que te llama la atención poderosamente.
Un Myrddraal te observa con cara de considerar cuan fuerte eres.
Un Myrddraal dice 'que decepción, ni siquiera es uno de esos perros falderos'
Un Myrddraal te ignora y se dirige de nuevo hacia la Aes Sedai.
Una Aes Sedai herida grita '¡Por favor! Atácale para que me de tiempo a volver a encauzar ¡y acabar con el!'
Un Myrddraal se para y te mira, parece estar divirtiéndose con todo esto.
Un Myrddraal dice 'no tiene valor, considérame y mira la muerte de cerca, niño'
La Aes Sedai lucha por levantarse y vuelve a mirarte con gesto de dolor.
No podía dejarla ahí, debía confiar en que si le daba tiempo podría encauzar y acabar con aquel asqueroso engendro.
Elevando mis espadas, me lancé hacia el, deseando de que la hermana pudiese acabar con esa abominación.
Nada mas abalanzarte como un suicida, seguro ya de tu muerte y con el constante dolor de las heridas del resto de la prueba encima, oyes como tu grito de guerra y todos los sonidos que te envolvían hace un momento desaparecen...
Te quedas parado en el aire, como congelado, pero no por voluntad propia, mientras todo alrededor parece hacer lo mismo.
De golpe, todo parece arrugarse a tu alrededor, incluso el aire.
Todo se arruga, estira y deforma, y parece ser tragado como el agua por un agujero en un cubo roto. Todo se vuelve blanco mientras desaparece por un minúsculo punto y quedas flotando en el vacío que te rodea.
Con la misma brusquedad que antes, te sientes tirado y absorbido por el punto por donde se fue todo, y al poco empiezas a estirarte extrañamente mientras te engulle el agujero...
Apareces lanzado contra el suelo, atravesando el espejo por el que entraste al comenzar la prueba.
Sorprendido, ¡te agachas y recoges una capa!
Coges una capa de cachorro.
Mi estupor y heridas abiertas, sumado a mi dolor no me dejaban pensar muy bien, la cogí y vi, que llevaba el emblema de los cachorros.
No sabía si era esto lo que buscaba pero supuse que si.
Entonces pensando que aquella hermana podría estar en mas peligro corrí a la biblioteca para dar aviso a Neidol Gaidin