Página 1 de 1

historia de benris

Publicado: 07 Ene 2023, 19:11
por Addranick
punto de vista benris en este relato cuento con el permiso de albiashur para ser citado.

Te rodea la verde y tranquila pradera caracteristica de la region
central. En esta zona hay menos bosquecillos que en otros puntos
alrededor de Tar Valon, por lo que lo unico que encuentras son
pequeños arbustos y animales que rehuyen tu presencia.
Me encontraba yo aquí acampado, después de haber cenado, pensando en lo vivido hasta ahora.
Y, como no, en lo primero que pensé fue en donde estaría mi hermano, si es que seguía vivo y donde y como podría encontrarle, pues ya hacía 2 meses que no le veía, desde que fuimos atacados por unos 15 o 20 rufianes, de los que había logrado escaparme hace unos días, llevándome solo lo que llevaba puesto y mi espada.
Pero empezemos desde el principio.
Soy benris, nacido en las tierras fronterizas. Fui criado por mis padres y mis tíos. Cuando yo contaba unos 3 años, nació mi hermano, albiashur. Si bien no fuimos una de las familias nobles, si éramos algo acomodados y nunca pasamos estrecheces de pequeños.
Mis padres, nos entrenaron a ambos en el uso de la espada, pues las incursiones por parte de los engendros eran frecuentes, así podríamos defendernos. La verdad es que yo me tomé los entrenamientos muy enserio, hasta el punto de que la mayor parte del día me lo pasaba entrenando. Mucha gente se reía de mi a mis espaldas, pero la verdad es que no me importaba. Nunca fui una persona muy abierta, al contrario que albiashur. De echo, desde la muerte temprana de mis padres, si yo ya era una persona de poco trato, y que casi no hablaba con nadie, pasé a comunicarme lo mínimo necesario con todo el mundo, excepto mi hermano menor. No se porqué, pero nunca tuve su facilidad de palabra y de entablar relación o saber estar. Y si bien a veces discutíamos, porque él intentaba que yo me abriera más a la gente, y yo que se tomase sus entrenamientos con las armas más enserio, siempre nos apollábamos el uno en el otro.
Cierto día, nos encontrábamos los 2 en una posada, refrescándonos tras un entrenamiento, cuando mi hermano me contó que había descubierto que nuestros tíos, estaban gastando el dinero que mis padres les habían dejado para nosotros, tanto para que nos pudieran mantener como proseguir con nuestra educación. La verdad es que yo ya sospechaba algo, y cuando él me lo confirmó a mi solo se me ocurrió enfrentarme a ellos y exponerles la situación, pero él me calmó, y al final acabamos razonando y resolvimos que lo mejor que podíamos hacer, era aprovechar una ocasión para coger lo que pudiéramos cargar, tanto en dinero como provisiones, e intentar salir de la ciudad y probar a vivir por nuestra cuenta.
A si que, un día que mis tíos daban una pequeña fiesta, ya cuando estaban todos durmiendo, albiashur se quedó vigilando mientras yo me colaba en la casa, recogía algunas monedas y cosas útiles, y volvía a salir por la ventana, luego nos escondimos en un callejón cerca de la puerta, y esperamos a que amaneciera. Salimos sin problemas de la ciudad, debido a que los guardias ya nos conocían, y pensaron que nos híbamos a cazar o entrenar fuera de la ciudad, algo que ya habíamos hecho alguna vez. Así estuvimos unos años, trabajando de lo que podíamos, y ganándonos la vida como aprendices de guardia de mercader, por ejemplo. La cosa no fue fácil, y si bien no éra lo que estábamos acostumbrados a tener, al menos pudimos ir valiéndonos.
Un día, después de un entrenamiento, nos encontrábamos en una posada refrescándonos y viendo si podíamos encontrar algo para hacer, cuando un hombre muy bien vestido y una espada que parecía muy bien forjada nos invitó y nos dijo que era un guardián de la torre blanca, que nos había visto ya hace un tiempo, y que podríamos ir a la torre para ser adiestrados como guardianes. A si que tras darnos indicaciones y decir que él no nos podía acompañar porque tenía asuntos que atender, se despidió. Nosotros emprendimos camino, pero un día, al pasar por una aldea, un grupo de personas con muy malas pintas nos atacaron, y aunque intentamos enfrentarnos a ellos, al final fueron demasiados y lograron reducirnos y dejarnos incoscientes.
Yo desperté, no se cuanto tiempo más tarde. Solo se que ya hacía un rato de amanecido. Mirando a mi alrededor vi que estaba en medio de un bosque, y que no tenía nada, solo mis ropas. Tampoco vi a mi hermano, ni ninguna señal que me indicase que pudiera estar cerca. Al final me levanté como pude, y me horienté con gran dificultad. Pude volver al camino donde habíamos sido atacados, y a un lado del camino, encontré mi espada, tirada y cubierta por la maleza. Al parecer nadie la había visto, y los que nos atacaron la tiraron. O eso me supuse, tras dejarnos a los dos sin nada de valor.
Siguiendo lo que recordaba del camino acabé llegando aquí, donde si mi memoria era correcta y las indicaciones también, acabaría llegando a Tar Valon.
De repente, un ruido procedente de la hoguera que usaba para acampar me sobresaltó. Me había quedado ensimismado.
En fin, suspiré. Con mis dificultades de comunicación, No se que me costará más, si averiguar si alguien sabe algo de mi hermano, o poder hablar con alguien de la torre para intentar entrar como aprendíz de guardián.