Relato.
Participantes: Swahir y Renji.
Punto de vista: Swahir.
Me desperté al amanecer, la noche anterior había decidido emprender mi largo viaje hacia algún destino incierto. Dejaría que el camino y la intuición guíen mis pasos. Tomé mi mochila y la llené con provisiones y con las cosas que creía eran indispensables. Miré por última vez la que había sido mi casa durante 15 años, me puse la mochila al hombro y con lágrimas corriendo por mis mejillas emprendí el viaje. Hacía ya varios días que la ciudad de Tar Valon no era más que unos puntitos que se veían a lo lejos. Como no tenía dinero para comprar un caballo, no me quedaba otra opción que caminar durante el día y acampar por la noche, aunque generalmente mis fuerzas se agotaban antes de que el sol se ocultara. Al atardecer del día en que se cumplía un mes desde que había salido de Tar Valon, encontré un lugar que no conocía, la hermosa ciudad de Caemlin. Conté las monedas que llevaba encima y decidí averiguar en la ciudad si me alcanzaba para alquilar una habitación por esa noche, o al menos poder dormir en el suelo de un establo cubierto de paja, que seguro sería más cómodo y calentito que el suelo del bosque donde acampaba.
Era imposible, no me alcanzaba para pagar el alquiler y no me dejaban dormir en los establos. Recorrí la ciudad hasta que encontré un jardín donde 2 jóvenes nobles peleaban con la supervisión de un maestro, los observé largo rato pensando en que ojalá yo pudiera aprender a luchar de esa manera.
El sonido de unos pasos me devolvió a la realidad. Mi boca se abrió por la sorpresa al ver al extraño. Era un hombre fornido, vestido con una chaqueta negra con un alfiler de dragón a la derecha del cuello de la chaqueta, y un alfiler en forma de espada a la izquierda. Al cinturón llevaba una espada embainada.
El extraño sonrió alegremente, señalando los alfileres prendidos en su chaqueta. La comprensión se instaló en mí, el extraño era un Asha'man, un hombre capaz de encauzar. De repente me sentí poca cosa a su lado, con mis ropas sucias y desgastadas, cubierto de polvo por el viaje.
El extraño dice '¿no has pensado en acercarte a la Torre Negra? ¿Fue un largo viaje?' Mientras saca una pipa de su bolsillo y la carga con tabaco de Dos Ríos.
Me sentía confundido y observado por el extraño, pero decidí responder.
'Si, tuve un largo viaje y no sé cómo se hace para ingresar a la Torre Negra.'
El extraño dice 'Entonces ¿viajaste de dónde? Entrar en la Torre Negra puede ser un tanto difícil sin ser un miembro de ella...'
'Vengo de Tar Valon. Y deseo entrar en la Torre Negra.'
'Entonces viajaste desde Tar Valon, mira, creo que puedo hacer algo por ti, necesitas estudiar sobre el poder único y su parte masculina, comprendiendo esto y lo peligroso que es, estarás agradecido de que te hayamos instruido.' Dice con una sonrisa alegre en el rostro, sonrío yo también.
'Por cierto, no me he presentado, mi nombre es Renji, Asha'man de la Torre Negra.'
Renji me tiende su mano. Lo saludo cordialmente estrechando su mano.
'Deseo seguir aprendiendo sobre el poder único.'
Renji Dice 'Y así será, cuál es tu nombre compañero?'
'Mi nombre es Swahir Darein.'
Renji Dice 'Bien, si tienes cara de Swahir.'
Sonrío alegremente.
Renji dice 'Te llevare a la Torre Negra, allí recibiremos más instrucciones al respecto.'
Y ese fue el día en que emprendí el camino hacia la Torre Negra, el camino que me llevaría a descubrir quién soy.