(Roleo y relato) Reencarnación Krhadgul
Publicado: 12 Feb 2021, 02:00
Participantes (mobs manejados por Talika e Igreus)
Perspectiva Krhadgul
`
Me encontraba por las tierras del sur, cercanos a una aldea humana. Luego de la incursión fallida en la ciudad grande donde Gkhrudw había conseguido casi nos mataran a los dos y después de Haver tenido que retirarnos por órdenes de aquel fado que nos tenía controlados.
Habíamos conseguido llegar más al sur atravesando montañas y montañas, bosques y sus caudalosos ríos en los que habíamos perdido algunos de nuestra tropa, ahora nos encontrábamos prestos a causar el caos por estos llanos.
El castigo que se le había aplicado a Gkhrudw había sido ejemplar. Haver si así, lográbamos reducirle esa cosa de escaparse y meterse solo en aldeas o en todo el sitio que pudiera matar humanos. Era un muy buen soldado, pero muchas beses el control sobre su instinto animal era superado por el mismo.
Cantidades ingentes de latigazos, crujirle los huesos de las manos y demás torturas.
Había quedado maltrecho, pero no al punto de ser inservible, sino, directamente pasaría a rellenar nuestros calderos.
Luego de Haver comenzado nuestra carrera, contra la aldea y una vez terminado de masacrar ese pueblito humano. Emprendimos nuevamente la carrera constante a otro sitio.
Días llevábamos marchando, hasta que una noche...
Luego de Haver montado el campamento y Haver repartido las guardias...
Mis instintos me alertaron y comencé a escrutar las sombras.
(Comienzo Roleo)
El Myrddraal ejecutor se mueve entre las sombras, en la oscuridad de la noche de las montañas.
Krhadgul escruta las sombras.
El Myrddraal ejecutor se acerca silencioso al campamento trollock.
El Myrddraal ejecutor entra en el campamento con paso decidido.
Krhadgul se acerca bajando la mirada.
Los trollock que están de guardia se echan al suelo atemorizados por el látigo que el fado blande sin ninguna piedad, azotando a cualquiera que se ponga en su camino.
El Myrddraal ejecutor llega frente a krhadgul y se para.
Krhadgul baja la mirada y se inclina ante el Myrddraal ejecutor.
El Myrddraal ejecutor habla susurrando, con voz rasposa y fría.
El Myrddraal ejecutor susurra: 'espero que la carne ogier fuera sabrosa, porque pagarás con tu sangre cada gramo de ella'
Krhadgul tiembla recordando castigos.
El Myrddraal ejecutor susurra: ¿Pensaste que no nos enteraríamos?'
Gruñes: 'no... No maestro...'
El Myrddraal ejecutor blande el látigo en un movimiento rapidísimo y azota las rodillas del engendro.
Krhadgul cae de rodillas.
El Myrddraal ejecutor hace un gesto de fastidio
Gruñes: 'solo... solo buscaba... el engendro perdido...'
El Myrddraal ejecutor susurra: 'el engendro pagará también por lo que hizo'
Gruñes: 'Pero... me encontré ese ogier... no pude evitarlo...’
El Myrddraal ejecutor susurra: 'pero es un simple engendro'
El Myrddraal ejecutor susurra: 'suponía que tu eras más listo que eso'
Krhadgul se encoje con evidente temor.
Gruñes: 'si... se que usted me a entrenado para mucho más...'
Gruñes: 'las lecciones con Daigo y aquel humano también sirvieron...'
Gruñes: 'pero... no pude resistirlo...'
El Myrddraal ejecutor hace una mueca con los blancos labios y el temor que infunde su mirada de ojos vacíos se intensifica notablemente.
Tiemblas sin poder evitarlo.
Krhadgul gimotea.
El Myrddraal ejecutor hace restallar de nuevo su látigo contra el torso del engendro, y lo empuja con la bota tirándolo al suelo.
Krhadgul gruñe de dolor y temor.
El Myrddraal ejecutor susurra: '¡Ahí es donde mereces estar, gusano!’
El Myrddraal ejecutor susurra: 'no vales nada, y lo has demostrado'
Gruñes: 'Se que os e fallado... pero... puedo hacerlo mejor... '
El Myrddraal ejecutor susurra: 'el gran señor decidirá'
El Myrddraal ejecutor susurra: 'si por mi fuera te pudrirías ahí mismo donde estás'
El Myrddraal ejecutor grita: ¡Levántate!
Krhadgul se levanta velozmente.
El Myrddraal ejecutor hace un gesto a otro fado que aparece caminando desde las sombras.
El Myrddraal ejecutor susurra: 'que vuelvan a las cuevas'
El Myrddraal ejecutor señala al resto de los engendros.
El Myrddraal ejecutor susurra: 'a este me lo llevo a la fosa de la perdición, a ver si tengo el placer de verlo arder en las llamas'
Krhadgul tiembla y gimotea.
Gruñes: 'maestro... '
El Myrddraal ejecutor agarra a krhadgul del brazo y se funde en las sombras, llevándoselo consigo.
Una sensación de frío intenso me paralizó el cuerpo, o quien sabe, posiblemente fuera el miedo.
Sabía que había incumplido órdenes y que debía de pagarlo.
La Fosa de la Perdición.
Súbitamente el túnel termina en una gran cornisa desde la que puedes
Apreciar un lago de piedras derretidas de donde nacen y mueren rojas
Y negras llamas, altas como gigantes. Un gran agujero en la montaña
Es la ventana a un cielo oscuro como nunca habías imaginado. Un
Potente viento sopla a tu alrededor, capaz de hacer temblar los hilos
Del Entramado. ¡Nadie ha estado más cerca del Gran Señor de la Oscuridad!
Una columna de fuego que se eleva hasta el cielo ilumina este lugar.
Shaidar Haran, la Mano del Oscuro, se encuentra frente a ti.
Shaidar Haran se alza gigantesco y amenazador ante ti, envuelto en un aura de corrupción.
El Myrddraal ejecutor entra en la fosa seguido del engendro.
El Myrddraal ejecutor se inclina en señal de respeto ante la fosa
Shaidar Haran vuelve su rostro cadavérico hacia ti.
Tiemblas sin poder evitarlo.
Krhadgul cae de rodillas
El Myrddraal ejecutor hace un gesto de saludo a Shaidar Aran.
Shaidar Haran avanza un par de pasos como si flotara sobre la piedra humeante.
Krhadgul baja la cabeza y la pone en el suelo.
El Myrddraal ejecutor susurra: 'aquí tienes al rebelde’
El Myrddraal ejecutor susurra: 'haz con él lo que le plazca al gran señor'
Shaidar Haran susurra: ¿Así que tú eres la escoria que ha vulnerado las órdenes de sus superiores?
El Myrddraal ejecutor se aleja sin más, entre los colmillos de la entrada a la fosa de la perdición.
Tiemblas sin poder evitarlo.
Shaidar Haran susurra: bestia ínfima....
Gruñes: 'maestro... solo... solo...’
Shaidar Aran extiende una mano en el aire humeante y un látigo de llamas aparece en ella. Lo agita en el aire y te fustiga el rostro arrancándote un trozo de piel y dejándote una larga quemadura.
Krhadgul gruñe de dolor.
Gritas 'arghrhrrherjklkjerguurrm!'
Shaidar Aran dice: 'has vulnerado las órdenes de un superior'
Krhadgul se encoje temblando y gimoteando.
Shaidar Aran dice: 'te han sido entregados muchos y ricos presentes por parte del Gran Señor'
Gruñes: 'no puedo negarlo... solo buscaba un engendro perdido y... y... me cruce ese ogier... '
Shaidar Haran dice: ¡eres una bestia fabricada para matar, devorar y arrasar, no para pensar ni tener tus propias opiniones!'
Shaidar Haran dice: ¡Si se te informó que los ogier querían tu cabeza, no era para que fueras en su busca en plena ciudad!
Shaidar Aran sacude la mano y una cortina de oscuridad parece envolverte y comprimirte como si de una piel se tratara comenzando a asfixiarte.
Gritas 'aaaargrgrhrgrhrhrg'
Krhadgul se retuerce de dolor.
Shaidar Aran susurra: Has superado ya la paciencia de nuestro señor....
Gruñes: 'lo se... aceptaré el castigo que el gran señor me imponga...'
Shaidar Aran hace un gesto con los dedos y la capa de oscuridad se recalienta de forma instantánea, notas como la piel se te comienza ampollar por todo el cuerpo y no puedes respirar....
Gritas 'arrrgrghrrgjhrtj'
Krhadgul gruñe de dolor.
Shaidar Aran dice: 'y por ello tu vida ha de tocar a su fin, y era prometedora pero... En los pozos de cría hay miles de fierecillas que podrían ser como tú en algún momento... solo eres un trozo de carroña infecta mortal... y así quizás llegues a comprenderlo antes del fin....'
Gruñes: 'noo... maestro... no volveré a desobedecer...'
Tiemblas sin poder evitarlo.
Shaidar Aran se inclina sobre ti y te susurra: Tarde mi pequeño engendro… Ahora es tarde. Plasmando una cruel sonrisa en su rostro, gira la muñeca con brusquedad chasqueando los dedos. La capa de oscuridad que te envuelve se retuerce en torno a tus piernas y estas se doblan en sentido inverso a la dirección de la articulación. Tus rodillas estallan con un crujido y la rótula se sale mientras tus tobillos se alzan... tus pies acaban apoyados justo sobre la cintura... la capa de energía oscura evita que los huesos sobresalgan entre los músculos y la piel peluda...
Krhadgul grita de dolor y sufrimiento.
Shaidar Aran susurra: eres frágil... eres ínfimo en los planes del Señor Oscuro......
Shaidar Aran susurra: tus chillidos de sabandija vulneran la santidad de este lugar...
Gruñes: 'maestro... solo quiero servir al gran señorrrrrr....'
Gruñes: 'maestro... permitirme otra oportunidaad...'
La capa de oscuridad se te mete en la boca y en la nariz, no puedes respirar y te asfixias sin poder gritar y sufres en silencio mientras tus tendones se parten con chasquidos secos
Sientes como te ahogas, el aire no llega a tus pulmones...
Krhadgul gruñe, se retuerce y sufre.
Shaidar Aran susurra: Solo a través del sufrimiento puedes redimirte... pero no morirás... todavía... ¡arde... arde!
Shaidar Aran Alza los brazos y de la fosa surge una cortina de llamas que te envuelve en un estallido flamígero, sientes como tu pelo se calcina y cae hecho ceniza, tus ojos estallan en las órbitas con chasquidos húmedos y blandos y desparraman fluidos oculares blancuzcos sobre tus peludas mejillas.
Shaidar Aran se complace ante tu sufrimiento.
Krhadgul grita y ruge de dolor.
Shaidar Aran chasquea los dedos y el manto de oscuridad se retira. Caes al suelo hecho un guiñapo sanguinolento con tus piernas hechas un enredo de huesos blancos que sobresalen de un amasijo de carne picada y trozos de piel peluda.
Krhadgul se encoje gimoteando.
Shaidar Aran alza un látigo de fuego y te fustiga con él en repetidas ocasiones, trozos de carne son arrancados de tu cuerpo latente sin que puedas hacer nada.
Gritas 'grriiuguuraauufmfnfgrr'
Shaidar Aran apoya su hoja de llamas en tu cuerpo y te raja desde el esternón hasta la cadera.
Krhadgul expulsa burbujas de sangre por sus fauces.
Shaidar Aran introduce una mano de piel pálida y dedos largos, finos pero fuerte y Urga con sus uñas afiladas entre tus tripas, te sientes totalmente vulnerado y mancillado mientras una mano ajena Urga dentro de ti arrancando aquí, rajando allá, buscando sin cesar.
Krhadgul se retuerce mientras sangre sale de sus cuencas oculares reventadas y burbujas de fluidos salen de sus fauces.
Sientes que la mano del Myrdraal se cierra en torno a tu corazón y no puedes ni gritar ante tal sensación pues tu sistema nervioso colapsa. La mano se cierra suavemente en torno al corazón y aprieta suavemente... el órgano intenta bombear sangre pero la mano impulsa los dedos con habilidad deteniendo el latido lentamente....
Krhadgul gorgotea
Shaidar Aran aprieta el puño y el corazón colapsa. Las uñas afiladas amputan las arterias.
Shaidar Aran grita en pleno éxtasis: ¡por el Gran Señor!
Krhadgul emite un último pequeño gemido.
Shaidar Aran arranca el corazón con un terrible rasguido y lo extrae de tu caja torácica.... no tienes ojos pero el Fado lo alza ante tu bestial rostro desfigurado y puedes ver tu propio corazón goteando sangre en las manos de otro ser.....
Shaidar Aran susurra: Serás un obsequio al Oscuro y él determinará tu destino....
Shaidar Aran suelta la espada y esta se evapora en el aire. Te agarra por el cuello y te alza sobre su cabeza y con un brusco giro del torso te arroja a la fosa de la perdición...
Caes hacia una ventana de oscuridad rodeada de llamas rojas a la par que oscuras que te esperan ávidas...
El fuego sube crepitando de alegría para recibir tu sangriento cuerpo, un mero despojo de carne torturada... es el fin...
Una silueta surge como una saeta de negrura del fondo de la fosa... jamás habías sentido una presencia tan enorme, tan vasta e incognoscible... la realidad riela ante tus ojos como si fuese a romperse...
La silueta se conforma como una mano que detiene tu caída y te rodea... derepente se produce un estallido rojo y todo lo que te rodea desaparece.....
Una voz helada y poderosa suena procedente de todas partes y de ninguna a la vez: ¡¡Conozco tus servicios, Krhadgul, pero también tu desobediencia... has sido purgado por el dolor... pero ahora te necesito renacido en un cuerpo más poderoso, en una mente más poderosa... Tu transformación no tardará en acontecer... Confía...
Todo desaparece y te encuentras en otro lugar...
Despiertas en el suelo de una habitación cuadrada de paredes blancas.
Miras a tu alrededor, las paredes son lisas, no hay nada. Solo 4 paredes, techo y suelo.
No sabes quien eres, no sabes lo que eres. Solo sientes el ardor, el dolor, el crujido de tus huesos al reacomodarse. Sientes tu piel como se desgaja y se despega de tus huesos y tu carne renovándose.
El tiempo pasa y cada instante es una tortura. Todo tu cuerpo se transforma, cada centímetro de ti cambia.
Tanto sientes como tu cuerpo crece, como se empequeñece remodelando tu ser.
Derepente el dolor dejó de estar en mi cuerpo. Pasó a estar en mi mente. Mi cerebro se retorcía, mi mente tenía estadíos de blanco a oscuro, el dolor de mis globos oculares derritiéndose y transformándose me tenían en extrema agonía.
Cose cuantas horas, minutos o cuanto tiempo hubiera transcurrido, el dolor no cesaba. Hasta que así como había llegado, así mismo se fue.
Volví a mis sentidos lentamente. Aunque me quedé en el suelo poco a poco intenté elevar mis manos y recorrer mi cuerpo.
El tacto me devolvió algo que yo no conocía, mi cuerpo había cambiado, mi cabeza de oso ya no estaba. Solo sentía piel, tersa y suave, cubriendo mi rostro. Mis manos eran de humano, todo mi cuerpo.
Con extrema dificultad comencé a erguirme reconociendo mí alrededor, pero por sobretodo mi nuevo cuerpo.
Poco a poco recuerdos llenaban mis espacios en blanco, mi mente comenzaba a por decirlo de alguna manera regenerarse. Recuerdos de ser azotado, recuerdos de Shaidar Aran revolviendo mis entrañas hasta encontrar mi corazón. Presionando sin ningún tipo de contemplaciones.
El caer en la fosa... las llamas lamiendo mi cuerpo...
Recordaba todo y mi cuerpo se estremecía solo de recordar. Solo de pensar...
Con un último esfuerzo logré ponerme de pie. Así tembloroso intentaba sostenerme.
Segundos después de haberlo logrado...
Una puerta se abre de repente en una pared.
Solo había divisado pared, piedra sobre piedra. Ninguna rendija o resquicio que me dejase denotar hubiera una puerta en cualquiera de ellas.
La puerta se abre lentamente.
Escuchas una voz seca, fría, que susurra... Sal, hermano.
Con pasos temblorosos por mi poca estabilidad comencé a desandar los pocos metros que me quedaban para salir de aquella fría habitación.
Ingresas a una pequeña sala de paredes de piedra, una chimenea en un rincón arde con fuego frío
La puerta de tu habitación se cierra y desaparece con un pequeño estallido.
Krhadgul se detiene observando el lugar.
El Myrddraal ejecutor te espera de pié frente a la chimenea.
El Myrddraal ejecutor susurra: 'parece que regresas.'
Susurra: 'si... pero... '
Susurras: 'soy diferente....’
El Myrddraal ejecutor se gira y te mira.
El Myrddraal ejecutor susurra: 'el gran señor da pocas segundas oportunidades'
El Myrddraal ejecutor susurra: 'no desperdicies la tuya'
Susurras: 'no... No volveré hacerlo...'
Susurras: 'me rindo ante el gran señor y su poder...'
El Myrddraal ejecutor te agarra del brazo y fluye en las sombras de regreso a las cuevas, arrastrándote con él.
Aparecen de entre las sombras en una habitación de piedra, cubierta de estanterías con espadas, armaduras y otros implementos para el desarrollo de los pequeños fados.
El Myrddraal ejecutor susurra 'tienes un par de días para adaptarte a tu nuevo cuerpo'
El Myrddraal ejecutor susurra 'luego...esta panda de.... gusanos estarán de nuevo a tu cargo'
Susurras 'gracias... hermano...'
El Myrddraal ejecutor susurra 'no desperdicies tu nueva oportunidad... ahora eres mucho mejor'
El Myrddraal ejecutor te tiende dos espadas forjadas de acero negro
Susurras 'no lo aré... '
Krhadgul toma las espadas acariciándolas con reverencia.
El Myrddraal ejecutor te deja solo en una sala llena de todo tipo de instrumentos para entrenar.
(Tiempo después)
Solo recuerdo que el entrenamiento fue extenuante. Todavía conservaba recuerdos, memorias, destellos de mi vida como trolloc, por lo que las nociones del combate, de las estrategias las tenía.
Solo... solo debía volver adaptarme a mi cuerpo cambiado. Ahora era más ágil, veloz y certero como una serpiente.
Mi inteligencia era superior, lograba adquirir conocimientos en solo un parpadeo. Estaba aprendiendo a utilizar aquellas poses de lucha que a tantos humanos antes había visto volver en mi contra.
Ya no tenía mi apreciable maza, puesto que todo mi ser anterior había sido fundido en la ardiente lava de SayolGul, pero ahora tendría mis dos fieles compañeras. Con las cuales una vez más volvería a causar el terror entre los humanos y así mismo devuelta a estos gusanos.
Ahora mi poder sobre ellos sería inconmensurable. Noches más tarde el Myrddraal ejecutor apareció de entre las sombras.
-El Myrddraal ejecutor aparece desde las sombras.
El Myrddraal ejecutor dice: ¿Cómo estás hermano?
¿Cómo llevas el entrenamiento?
Girando mi rostro hacia el respondí.
Krhadgul dice: Bien hermano, e podido lograr concretar cada uno de los circuitos y entrenamientos que me habías dejado con gran éxito.
El Myrddraal ejecutor susurra: Eso no serás tu quien lo juzgue. Quiero que hagas todos los movimientos y todas las cosas que te dejé.
Sin querer hacerlo esperar, me puse a ejecutar una a una las poses y circuitos de entrenamiento que ante su partida el me había indicado realizar.
Mi cuerpo giraba, se retorcía en el aire realizando contorciones antes inimaginables por el tamaño del mismo, pero aún así ahora pudiéndolas realizar sin esfuerzo alguno.
Mis movimientos eran certeros y veloces, tal y como el quería que fuera. Tal y como un verdadero fado los aria.
Una vez realizada todas sus indicaciones me dijo...
El Myrddraal ejecutor dice: Muy bien hermano. Ahora vendrás conmigo, puesto aunque innato en ti, deberás conocer las sombras, y nuestra manera de movernos por ellas.
Asentí suavemente y lo seguí.
El Myrddraal ejecutor dice: Primero que nada... te vestirás como realmente lo hace un fado. Asíque,.. Vamos a la armería.
Continuamos nuestro camino por las cuevas, aquellas que tanto me jactaba de conocer de palmo a palmo, hasta que llegamos a una zona que realmente jamás había visto.
La piedra no cambiaba mucho, seguía siendo gris y fría, pero aún así, dejaba denotar que no eran trollocs los que vivían en ellas.
Instantes después de Haver ingresado, llegamos a una gran cueva la cual contenía miles y miles de piezas.
Todas piezas de el acero más negro y oscuro, aquí y allá había piezas manchadas de sangre, muchas de ellas de fados antes caídos en combate.
El Myrddraal ejecutor susurra: Busca todas las piezas que te sean útiles y necesarias. Un fado debe causar temor no solo con su presencia, sino también con sus armas. Que te vean inexpugnable, que te sientan imbatible.
Así fui poco a poco vistiendo mi cuerpo con aquellas mortales piezas.
Una armadura de escamas negra como la noche, grebas de igual tipo, unas botas flexibles y lo principal.
Nuestra tan distintiva capa con capucha inmóvil.
Aquellas capas eran de no se sabe que tejido, pero además de no ser afectada por nada, era el manto de negrura que nos ayudaba a pasar desapercibidos si así lo queríamos.
El Myrddraal ejecutor dice: ¿Lo tienes todo?
A lo que asentí afirmativamente.
El Myrddraal ejecutor susurra: Pues si así es... Sígueme, ahora te enseñaré a manejar nuestro viaje entre sombras.
No tardé mucho en dominarlo, por lo que aquel fado me decía.
El Myrddraal ejecutor dice: Fuiste rápido para aprender como trolloc, y lo eres más aún como fado.
No vuelvas a desaprovechar la segunda oportunidad que nuestro gran señor te ha dado. Puesto que no abra una tercera.
Krhadgul dice: No, se que lo hice mal, pero ahora... ahora los instintos animales no están en constante batalla con mi raciocinio, ahora puedo realmente ser lo que siempre quise ser.
No volveré a fallar. Seguiré llevando con puño de hierro y aún más a estos infectos gusanos. Continuaré asiéndolos esparcir el terror y el temor por entre las aldeas humanas.
El Myrddraal ejecutor dice: Hazlo y nuestro señor te tendrá en la más alta estima.
El Myrddraal ejecutor dice: Continúa llevando estas tropas de gusanos por todo el mundo y causando el caos.
El Myrddraal ejecutor dice: Ahora si, ahora si eres un hermano de pleno derecho.
Elevando sus espadas las hicimos chocar, a modo de saludo, hasta que el volvió a desaparecer entre las sombras.
Ya vestido, ya declarado por el entrenador un Myrddraal de pleno derecho, con paso lento pero firme, me dirigí a las cuevas, a dejarles en claro a estos gusanos quien estaba al mando, para mostrarles como me había ido, y en que había regresado. Ahora si deberían tenerme más temor aún.
Perspectiva Krhadgul
`
Me encontraba por las tierras del sur, cercanos a una aldea humana. Luego de la incursión fallida en la ciudad grande donde Gkhrudw había conseguido casi nos mataran a los dos y después de Haver tenido que retirarnos por órdenes de aquel fado que nos tenía controlados.
Habíamos conseguido llegar más al sur atravesando montañas y montañas, bosques y sus caudalosos ríos en los que habíamos perdido algunos de nuestra tropa, ahora nos encontrábamos prestos a causar el caos por estos llanos.
El castigo que se le había aplicado a Gkhrudw había sido ejemplar. Haver si así, lográbamos reducirle esa cosa de escaparse y meterse solo en aldeas o en todo el sitio que pudiera matar humanos. Era un muy buen soldado, pero muchas beses el control sobre su instinto animal era superado por el mismo.
Cantidades ingentes de latigazos, crujirle los huesos de las manos y demás torturas.
Había quedado maltrecho, pero no al punto de ser inservible, sino, directamente pasaría a rellenar nuestros calderos.
Luego de Haver comenzado nuestra carrera, contra la aldea y una vez terminado de masacrar ese pueblito humano. Emprendimos nuevamente la carrera constante a otro sitio.
Días llevábamos marchando, hasta que una noche...
Luego de Haver montado el campamento y Haver repartido las guardias...
Mis instintos me alertaron y comencé a escrutar las sombras.
(Comienzo Roleo)
El Myrddraal ejecutor se mueve entre las sombras, en la oscuridad de la noche de las montañas.
Krhadgul escruta las sombras.
El Myrddraal ejecutor se acerca silencioso al campamento trollock.
El Myrddraal ejecutor entra en el campamento con paso decidido.
Krhadgul se acerca bajando la mirada.
Los trollock que están de guardia se echan al suelo atemorizados por el látigo que el fado blande sin ninguna piedad, azotando a cualquiera que se ponga en su camino.
El Myrddraal ejecutor llega frente a krhadgul y se para.
Krhadgul baja la mirada y se inclina ante el Myrddraal ejecutor.
El Myrddraal ejecutor habla susurrando, con voz rasposa y fría.
El Myrddraal ejecutor susurra: 'espero que la carne ogier fuera sabrosa, porque pagarás con tu sangre cada gramo de ella'
Krhadgul tiembla recordando castigos.
El Myrddraal ejecutor susurra: ¿Pensaste que no nos enteraríamos?'
Gruñes: 'no... No maestro...'
El Myrddraal ejecutor blande el látigo en un movimiento rapidísimo y azota las rodillas del engendro.
Krhadgul cae de rodillas.
El Myrddraal ejecutor hace un gesto de fastidio
Gruñes: 'solo... solo buscaba... el engendro perdido...'
El Myrddraal ejecutor susurra: 'el engendro pagará también por lo que hizo'
Gruñes: 'Pero... me encontré ese ogier... no pude evitarlo...’
El Myrddraal ejecutor susurra: 'pero es un simple engendro'
El Myrddraal ejecutor susurra: 'suponía que tu eras más listo que eso'
Krhadgul se encoje con evidente temor.
Gruñes: 'si... se que usted me a entrenado para mucho más...'
Gruñes: 'las lecciones con Daigo y aquel humano también sirvieron...'
Gruñes: 'pero... no pude resistirlo...'
El Myrddraal ejecutor hace una mueca con los blancos labios y el temor que infunde su mirada de ojos vacíos se intensifica notablemente.
Tiemblas sin poder evitarlo.
Krhadgul gimotea.
El Myrddraal ejecutor hace restallar de nuevo su látigo contra el torso del engendro, y lo empuja con la bota tirándolo al suelo.
Krhadgul gruñe de dolor y temor.
El Myrddraal ejecutor susurra: '¡Ahí es donde mereces estar, gusano!’
El Myrddraal ejecutor susurra: 'no vales nada, y lo has demostrado'
Gruñes: 'Se que os e fallado... pero... puedo hacerlo mejor... '
El Myrddraal ejecutor susurra: 'el gran señor decidirá'
El Myrddraal ejecutor susurra: 'si por mi fuera te pudrirías ahí mismo donde estás'
El Myrddraal ejecutor grita: ¡Levántate!
Krhadgul se levanta velozmente.
El Myrddraal ejecutor hace un gesto a otro fado que aparece caminando desde las sombras.
El Myrddraal ejecutor susurra: 'que vuelvan a las cuevas'
El Myrddraal ejecutor señala al resto de los engendros.
El Myrddraal ejecutor susurra: 'a este me lo llevo a la fosa de la perdición, a ver si tengo el placer de verlo arder en las llamas'
Krhadgul tiembla y gimotea.
Gruñes: 'maestro... '
El Myrddraal ejecutor agarra a krhadgul del brazo y se funde en las sombras, llevándoselo consigo.
Una sensación de frío intenso me paralizó el cuerpo, o quien sabe, posiblemente fuera el miedo.
Sabía que había incumplido órdenes y que debía de pagarlo.
La Fosa de la Perdición.
Súbitamente el túnel termina en una gran cornisa desde la que puedes
Apreciar un lago de piedras derretidas de donde nacen y mueren rojas
Y negras llamas, altas como gigantes. Un gran agujero en la montaña
Es la ventana a un cielo oscuro como nunca habías imaginado. Un
Potente viento sopla a tu alrededor, capaz de hacer temblar los hilos
Del Entramado. ¡Nadie ha estado más cerca del Gran Señor de la Oscuridad!
Una columna de fuego que se eleva hasta el cielo ilumina este lugar.
Shaidar Haran, la Mano del Oscuro, se encuentra frente a ti.
Shaidar Haran se alza gigantesco y amenazador ante ti, envuelto en un aura de corrupción.
El Myrddraal ejecutor entra en la fosa seguido del engendro.
El Myrddraal ejecutor se inclina en señal de respeto ante la fosa
Shaidar Haran vuelve su rostro cadavérico hacia ti.
Tiemblas sin poder evitarlo.
Krhadgul cae de rodillas
El Myrddraal ejecutor hace un gesto de saludo a Shaidar Aran.
Shaidar Haran avanza un par de pasos como si flotara sobre la piedra humeante.
Krhadgul baja la cabeza y la pone en el suelo.
El Myrddraal ejecutor susurra: 'aquí tienes al rebelde’
El Myrddraal ejecutor susurra: 'haz con él lo que le plazca al gran señor'
Shaidar Haran susurra: ¿Así que tú eres la escoria que ha vulnerado las órdenes de sus superiores?
El Myrddraal ejecutor se aleja sin más, entre los colmillos de la entrada a la fosa de la perdición.
Tiemblas sin poder evitarlo.
Shaidar Haran susurra: bestia ínfima....
Gruñes: 'maestro... solo... solo...’
Shaidar Aran extiende una mano en el aire humeante y un látigo de llamas aparece en ella. Lo agita en el aire y te fustiga el rostro arrancándote un trozo de piel y dejándote una larga quemadura.
Krhadgul gruñe de dolor.
Gritas 'arghrhrrherjklkjerguurrm!'
Shaidar Aran dice: 'has vulnerado las órdenes de un superior'
Krhadgul se encoje temblando y gimoteando.
Shaidar Aran dice: 'te han sido entregados muchos y ricos presentes por parte del Gran Señor'
Gruñes: 'no puedo negarlo... solo buscaba un engendro perdido y... y... me cruce ese ogier... '
Shaidar Haran dice: ¡eres una bestia fabricada para matar, devorar y arrasar, no para pensar ni tener tus propias opiniones!'
Shaidar Haran dice: ¡Si se te informó que los ogier querían tu cabeza, no era para que fueras en su busca en plena ciudad!
Shaidar Aran sacude la mano y una cortina de oscuridad parece envolverte y comprimirte como si de una piel se tratara comenzando a asfixiarte.
Gritas 'aaaargrgrhrgrhrhrg'
Krhadgul se retuerce de dolor.
Shaidar Aran susurra: Has superado ya la paciencia de nuestro señor....
Gruñes: 'lo se... aceptaré el castigo que el gran señor me imponga...'
Shaidar Aran hace un gesto con los dedos y la capa de oscuridad se recalienta de forma instantánea, notas como la piel se te comienza ampollar por todo el cuerpo y no puedes respirar....
Gritas 'arrrgrghrrgjhrtj'
Krhadgul gruñe de dolor.
Shaidar Aran dice: 'y por ello tu vida ha de tocar a su fin, y era prometedora pero... En los pozos de cría hay miles de fierecillas que podrían ser como tú en algún momento... solo eres un trozo de carroña infecta mortal... y así quizás llegues a comprenderlo antes del fin....'
Gruñes: 'noo... maestro... no volveré a desobedecer...'
Tiemblas sin poder evitarlo.
Shaidar Aran se inclina sobre ti y te susurra: Tarde mi pequeño engendro… Ahora es tarde. Plasmando una cruel sonrisa en su rostro, gira la muñeca con brusquedad chasqueando los dedos. La capa de oscuridad que te envuelve se retuerce en torno a tus piernas y estas se doblan en sentido inverso a la dirección de la articulación. Tus rodillas estallan con un crujido y la rótula se sale mientras tus tobillos se alzan... tus pies acaban apoyados justo sobre la cintura... la capa de energía oscura evita que los huesos sobresalgan entre los músculos y la piel peluda...
Krhadgul grita de dolor y sufrimiento.
Shaidar Aran susurra: eres frágil... eres ínfimo en los planes del Señor Oscuro......
Shaidar Aran susurra: tus chillidos de sabandija vulneran la santidad de este lugar...
Gruñes: 'maestro... solo quiero servir al gran señorrrrrr....'
Gruñes: 'maestro... permitirme otra oportunidaad...'
La capa de oscuridad se te mete en la boca y en la nariz, no puedes respirar y te asfixias sin poder gritar y sufres en silencio mientras tus tendones se parten con chasquidos secos
Sientes como te ahogas, el aire no llega a tus pulmones...
Krhadgul gruñe, se retuerce y sufre.
Shaidar Aran susurra: Solo a través del sufrimiento puedes redimirte... pero no morirás... todavía... ¡arde... arde!
Shaidar Aran Alza los brazos y de la fosa surge una cortina de llamas que te envuelve en un estallido flamígero, sientes como tu pelo se calcina y cae hecho ceniza, tus ojos estallan en las órbitas con chasquidos húmedos y blandos y desparraman fluidos oculares blancuzcos sobre tus peludas mejillas.
Shaidar Aran se complace ante tu sufrimiento.
Krhadgul grita y ruge de dolor.
Shaidar Aran chasquea los dedos y el manto de oscuridad se retira. Caes al suelo hecho un guiñapo sanguinolento con tus piernas hechas un enredo de huesos blancos que sobresalen de un amasijo de carne picada y trozos de piel peluda.
Krhadgul se encoje gimoteando.
Shaidar Aran alza un látigo de fuego y te fustiga con él en repetidas ocasiones, trozos de carne son arrancados de tu cuerpo latente sin que puedas hacer nada.
Gritas 'grriiuguuraauufmfnfgrr'
Shaidar Aran apoya su hoja de llamas en tu cuerpo y te raja desde el esternón hasta la cadera.
Krhadgul expulsa burbujas de sangre por sus fauces.
Shaidar Aran introduce una mano de piel pálida y dedos largos, finos pero fuerte y Urga con sus uñas afiladas entre tus tripas, te sientes totalmente vulnerado y mancillado mientras una mano ajena Urga dentro de ti arrancando aquí, rajando allá, buscando sin cesar.
Krhadgul se retuerce mientras sangre sale de sus cuencas oculares reventadas y burbujas de fluidos salen de sus fauces.
Sientes que la mano del Myrdraal se cierra en torno a tu corazón y no puedes ni gritar ante tal sensación pues tu sistema nervioso colapsa. La mano se cierra suavemente en torno al corazón y aprieta suavemente... el órgano intenta bombear sangre pero la mano impulsa los dedos con habilidad deteniendo el latido lentamente....
Krhadgul gorgotea
Shaidar Aran aprieta el puño y el corazón colapsa. Las uñas afiladas amputan las arterias.
Shaidar Aran grita en pleno éxtasis: ¡por el Gran Señor!
Krhadgul emite un último pequeño gemido.
Shaidar Aran arranca el corazón con un terrible rasguido y lo extrae de tu caja torácica.... no tienes ojos pero el Fado lo alza ante tu bestial rostro desfigurado y puedes ver tu propio corazón goteando sangre en las manos de otro ser.....
Shaidar Aran susurra: Serás un obsequio al Oscuro y él determinará tu destino....
Shaidar Aran suelta la espada y esta se evapora en el aire. Te agarra por el cuello y te alza sobre su cabeza y con un brusco giro del torso te arroja a la fosa de la perdición...
Caes hacia una ventana de oscuridad rodeada de llamas rojas a la par que oscuras que te esperan ávidas...
El fuego sube crepitando de alegría para recibir tu sangriento cuerpo, un mero despojo de carne torturada... es el fin...
Una silueta surge como una saeta de negrura del fondo de la fosa... jamás habías sentido una presencia tan enorme, tan vasta e incognoscible... la realidad riela ante tus ojos como si fuese a romperse...
La silueta se conforma como una mano que detiene tu caída y te rodea... derepente se produce un estallido rojo y todo lo que te rodea desaparece.....
Una voz helada y poderosa suena procedente de todas partes y de ninguna a la vez: ¡¡Conozco tus servicios, Krhadgul, pero también tu desobediencia... has sido purgado por el dolor... pero ahora te necesito renacido en un cuerpo más poderoso, en una mente más poderosa... Tu transformación no tardará en acontecer... Confía...
Todo desaparece y te encuentras en otro lugar...
Despiertas en el suelo de una habitación cuadrada de paredes blancas.
Miras a tu alrededor, las paredes son lisas, no hay nada. Solo 4 paredes, techo y suelo.
No sabes quien eres, no sabes lo que eres. Solo sientes el ardor, el dolor, el crujido de tus huesos al reacomodarse. Sientes tu piel como se desgaja y se despega de tus huesos y tu carne renovándose.
El tiempo pasa y cada instante es una tortura. Todo tu cuerpo se transforma, cada centímetro de ti cambia.
Tanto sientes como tu cuerpo crece, como se empequeñece remodelando tu ser.
Derepente el dolor dejó de estar en mi cuerpo. Pasó a estar en mi mente. Mi cerebro se retorcía, mi mente tenía estadíos de blanco a oscuro, el dolor de mis globos oculares derritiéndose y transformándose me tenían en extrema agonía.
Cose cuantas horas, minutos o cuanto tiempo hubiera transcurrido, el dolor no cesaba. Hasta que así como había llegado, así mismo se fue.
Volví a mis sentidos lentamente. Aunque me quedé en el suelo poco a poco intenté elevar mis manos y recorrer mi cuerpo.
El tacto me devolvió algo que yo no conocía, mi cuerpo había cambiado, mi cabeza de oso ya no estaba. Solo sentía piel, tersa y suave, cubriendo mi rostro. Mis manos eran de humano, todo mi cuerpo.
Con extrema dificultad comencé a erguirme reconociendo mí alrededor, pero por sobretodo mi nuevo cuerpo.
Poco a poco recuerdos llenaban mis espacios en blanco, mi mente comenzaba a por decirlo de alguna manera regenerarse. Recuerdos de ser azotado, recuerdos de Shaidar Aran revolviendo mis entrañas hasta encontrar mi corazón. Presionando sin ningún tipo de contemplaciones.
El caer en la fosa... las llamas lamiendo mi cuerpo...
Recordaba todo y mi cuerpo se estremecía solo de recordar. Solo de pensar...
Con un último esfuerzo logré ponerme de pie. Así tembloroso intentaba sostenerme.
Segundos después de haberlo logrado...
Una puerta se abre de repente en una pared.
Solo había divisado pared, piedra sobre piedra. Ninguna rendija o resquicio que me dejase denotar hubiera una puerta en cualquiera de ellas.
La puerta se abre lentamente.
Escuchas una voz seca, fría, que susurra... Sal, hermano.
Con pasos temblorosos por mi poca estabilidad comencé a desandar los pocos metros que me quedaban para salir de aquella fría habitación.
Ingresas a una pequeña sala de paredes de piedra, una chimenea en un rincón arde con fuego frío
La puerta de tu habitación se cierra y desaparece con un pequeño estallido.
Krhadgul se detiene observando el lugar.
El Myrddraal ejecutor te espera de pié frente a la chimenea.
El Myrddraal ejecutor susurra: 'parece que regresas.'
Susurra: 'si... pero... '
Susurras: 'soy diferente....’
El Myrddraal ejecutor se gira y te mira.
El Myrddraal ejecutor susurra: 'el gran señor da pocas segundas oportunidades'
El Myrddraal ejecutor susurra: 'no desperdicies la tuya'
Susurras: 'no... No volveré hacerlo...'
Susurras: 'me rindo ante el gran señor y su poder...'
El Myrddraal ejecutor te agarra del brazo y fluye en las sombras de regreso a las cuevas, arrastrándote con él.
Aparecen de entre las sombras en una habitación de piedra, cubierta de estanterías con espadas, armaduras y otros implementos para el desarrollo de los pequeños fados.
El Myrddraal ejecutor susurra 'tienes un par de días para adaptarte a tu nuevo cuerpo'
El Myrddraal ejecutor susurra 'luego...esta panda de.... gusanos estarán de nuevo a tu cargo'
Susurras 'gracias... hermano...'
El Myrddraal ejecutor susurra 'no desperdicies tu nueva oportunidad... ahora eres mucho mejor'
El Myrddraal ejecutor te tiende dos espadas forjadas de acero negro
Susurras 'no lo aré... '
Krhadgul toma las espadas acariciándolas con reverencia.
El Myrddraal ejecutor te deja solo en una sala llena de todo tipo de instrumentos para entrenar.
(Tiempo después)
Solo recuerdo que el entrenamiento fue extenuante. Todavía conservaba recuerdos, memorias, destellos de mi vida como trolloc, por lo que las nociones del combate, de las estrategias las tenía.
Solo... solo debía volver adaptarme a mi cuerpo cambiado. Ahora era más ágil, veloz y certero como una serpiente.
Mi inteligencia era superior, lograba adquirir conocimientos en solo un parpadeo. Estaba aprendiendo a utilizar aquellas poses de lucha que a tantos humanos antes había visto volver en mi contra.
Ya no tenía mi apreciable maza, puesto que todo mi ser anterior había sido fundido en la ardiente lava de SayolGul, pero ahora tendría mis dos fieles compañeras. Con las cuales una vez más volvería a causar el terror entre los humanos y así mismo devuelta a estos gusanos.
Ahora mi poder sobre ellos sería inconmensurable. Noches más tarde el Myrddraal ejecutor apareció de entre las sombras.
-El Myrddraal ejecutor aparece desde las sombras.
El Myrddraal ejecutor dice: ¿Cómo estás hermano?
¿Cómo llevas el entrenamiento?
Girando mi rostro hacia el respondí.
Krhadgul dice: Bien hermano, e podido lograr concretar cada uno de los circuitos y entrenamientos que me habías dejado con gran éxito.
El Myrddraal ejecutor susurra: Eso no serás tu quien lo juzgue. Quiero que hagas todos los movimientos y todas las cosas que te dejé.
Sin querer hacerlo esperar, me puse a ejecutar una a una las poses y circuitos de entrenamiento que ante su partida el me había indicado realizar.
Mi cuerpo giraba, se retorcía en el aire realizando contorciones antes inimaginables por el tamaño del mismo, pero aún así ahora pudiéndolas realizar sin esfuerzo alguno.
Mis movimientos eran certeros y veloces, tal y como el quería que fuera. Tal y como un verdadero fado los aria.
Una vez realizada todas sus indicaciones me dijo...
El Myrddraal ejecutor dice: Muy bien hermano. Ahora vendrás conmigo, puesto aunque innato en ti, deberás conocer las sombras, y nuestra manera de movernos por ellas.
Asentí suavemente y lo seguí.
El Myrddraal ejecutor dice: Primero que nada... te vestirás como realmente lo hace un fado. Asíque,.. Vamos a la armería.
Continuamos nuestro camino por las cuevas, aquellas que tanto me jactaba de conocer de palmo a palmo, hasta que llegamos a una zona que realmente jamás había visto.
La piedra no cambiaba mucho, seguía siendo gris y fría, pero aún así, dejaba denotar que no eran trollocs los que vivían en ellas.
Instantes después de Haver ingresado, llegamos a una gran cueva la cual contenía miles y miles de piezas.
Todas piezas de el acero más negro y oscuro, aquí y allá había piezas manchadas de sangre, muchas de ellas de fados antes caídos en combate.
El Myrddraal ejecutor susurra: Busca todas las piezas que te sean útiles y necesarias. Un fado debe causar temor no solo con su presencia, sino también con sus armas. Que te vean inexpugnable, que te sientan imbatible.
Así fui poco a poco vistiendo mi cuerpo con aquellas mortales piezas.
Una armadura de escamas negra como la noche, grebas de igual tipo, unas botas flexibles y lo principal.
Nuestra tan distintiva capa con capucha inmóvil.
Aquellas capas eran de no se sabe que tejido, pero además de no ser afectada por nada, era el manto de negrura que nos ayudaba a pasar desapercibidos si así lo queríamos.
El Myrddraal ejecutor dice: ¿Lo tienes todo?
A lo que asentí afirmativamente.
El Myrddraal ejecutor susurra: Pues si así es... Sígueme, ahora te enseñaré a manejar nuestro viaje entre sombras.
No tardé mucho en dominarlo, por lo que aquel fado me decía.
El Myrddraal ejecutor dice: Fuiste rápido para aprender como trolloc, y lo eres más aún como fado.
No vuelvas a desaprovechar la segunda oportunidad que nuestro gran señor te ha dado. Puesto que no abra una tercera.
Krhadgul dice: No, se que lo hice mal, pero ahora... ahora los instintos animales no están en constante batalla con mi raciocinio, ahora puedo realmente ser lo que siempre quise ser.
No volveré a fallar. Seguiré llevando con puño de hierro y aún más a estos infectos gusanos. Continuaré asiéndolos esparcir el terror y el temor por entre las aldeas humanas.
El Myrddraal ejecutor dice: Hazlo y nuestro señor te tendrá en la más alta estima.
El Myrddraal ejecutor dice: Continúa llevando estas tropas de gusanos por todo el mundo y causando el caos.
El Myrddraal ejecutor dice: Ahora si, ahora si eres un hermano de pleno derecho.
Elevando sus espadas las hicimos chocar, a modo de saludo, hasta que el volvió a desaparecer entre las sombras.
Ya vestido, ya declarado por el entrenador un Myrddraal de pleno derecho, con paso lento pero firme, me dirigí a las cuevas, a dejarles en claro a estos gusanos quien estaba al mando, para mostrarles como me había ido, y en que había regresado. Ahora si deberían tenerme más temor aún.